ERUSALÉN, martes, 22 marzo 2005 (ZENIT.org).- Los peregrinos que han llegado a Jerusalén para celebrar esta Semana Santa son más numerosos que los del último año, aunque todavía son pocos comparados con los de años anteriores a la segunda Intifada, cuando se reanudó la violencia.
Este Domingo de Ramos unos 15.000 peregrinos --dato confirmado también por varias agencias internacionales-- participaron en la procesión de la Iglesia católica de rito latino que desde el Monte de los Olivos a la ciudad vieja de Jerusalén recordó la entrada triunfal de Jesús en la Ciudad Santa a lomos de un asno.
Entre los participantes podían verse a peregrinos extranjeros, que comienzan a llegar gracias al período de calma que se está experimentando tras cuatro años de violencia. Los más numerosos eran los italianos, seguidos de estadounidenses, españoles, filipinos, franceses, portugueses, y polacos
Según algunas fuentes, 150.000 peregrinos venían a Tierra Santa con motivo de la Semana Santa católica latina hasta el año 2000.
La procesión, que culminó en la iglesia de Santa Ana fue bendecida por el patriarca latino de Jerusalén, Su Beatitud Michel Sabbah.
Varias conferencias episcopales de países occidentales, en particular la de Italia y España, han hecho llamamientos a mostrar concretamente la solidaridad con las poblaciones de Tierra Santa a través de peregrinaciones que no sólo manifiestan cercanía espiritual, sino que también son fuente de ingresos, en particular para los cristianos que sufren la tentación del éxodo.