Mis hermanas y hermanos en Cristo:
Tenemos hoy una extraña colección de lecturas. Job, en la primera, está completamente deprimido y abrumado por lo terrible de la vida, al punto que el piensa que ya no volverá a ver la felicidad. El final del libro de Job, por supuesto, lo muestra totalmente recompuesto y de nuevo dichoso. Todos pasamos por períodos en los cuales tenemos dudas sobre la dicha de esta vida, dudas acerca del cuidado que Dios tiene de nosotros, y tal vez incluso muchas dudas acerca de nuestra capacidad para seguir viviendo.
La segunda lectura, de la Primera Carta a los Corintios, trata sobre la predicación del Evangelio. La Palabra, «Evangelio», significa Buena Nueva o Buena Nueva. Es un gran contraste con los sentimientos de Job en la primera lectura: Pablo está dispuesto a entregar toda su vida por la predicación del Evangelio y prefiere no recibir recompensas de nadie. ¿Por qué? Porque sabe que sólo de esta manera él también podrá compartir las promesas del Evangelio.
Tú y yo estamos llamados a predicar el Evangelio en nuestra vida de cada día. No es que tengamos que dejar lo que estamos haciendo, ponernos en camino y dedicarnos a hablar. No, se nos invita a vivir de tal manera que la gente se interese en el Evangelio viendo cómo vivimos.
El Evangelio de Marcos recoge este mismo tema de la predicación del Evangelio. El propio Jesús nos dice que Él ha venido a anunciar el Evangelio. No importa si está cansado, no importa si se le empuja por todos lados, aún así, Él sabe que el Padre le ha enviado a proclamar la Buena Nueva.
Se nos invita hoy a vivir con Cristo. Es Él quien vive en nosotros. Todo lo que necesitamos hacer es permitir que su presencia brille a través nuestro. No tenemos que hacer nada espectacular. Si vivimos con amor y cuidado por los demás, eso se muestra a través de nosotros. Si estamos dispuestos a sufrir por Cristo, eso también se muestra a través de nosotros. No estamos llamados a ser empalagosos o exageradamente dulces o exageradamente "piadosos" en mal sentido. Estamos llamados a conocer el amor de Cristo por nosotros y a responder a ese amor amando a los demás.
Tu hermano en el Señor,
Abad Felipe, OSB
El Abad Felipe, OSB, de la abadía norteamericana de Cristo en el Desierto realiza un hermoso apostolado por email: envía a los suscriptores cada semana una breve homilía que, con sencillas pero muy profundas palabras, nos acercan las lecturas de cada domingo. En ETF traducimos esas homilías para acompañar la página de lecturas bíblicas. Quien lo desee puede suscribirse gratuitamente al servicio en la página del monasterio.