La tradición del Adversario del hombre en la corte celestial aparece también en otros libros, sin embargo aquí en 1Cr se escribe sin artículo, como verdadero nombre propio, mientras que en los otros ejemplos, Jb 1 y Zac 3,1-2, aparece escrito con artículo (el Satán), casi como una función en la corte, más que como una persona.
En los textos más antiguos, era el propio Yahvé quien, airado, incitaba al hombre a cometer el mal (ver 2Sam 24,1-9 que es el episodio paralelo al de 1Cr 21,1-5 donde se menciona a Satán), epro esto fue haciéndose teológicamente cada vez más inadmisible conforme la teología bíblica fue afirmando con mayor claridad la santidad y trascendencia de Dios, de allí que aparezca este personaje de la Corte que suaviza la relación de Dios con el mal. En la teología posterior Dios "permite" el mal (para probar al hombre, para sacar un mayor bien, etc. aunque cfr. Stg 1,13-15), nunca lo quiere ni lo provoca.