Los inscribo colectivamente ya que de ellos no sabemos no sólo el nombre, sino tampoco el número, que en la tradición antigua ha oscilado entre 3 y 12. Sin duda que los tres dones mencionados en Mt 2,11 influenciaron para que el número quedara finalmente estabilizado en 3. Puede leerse detalles sobre la tradición de los nombres que se le han atribuido en el artículo de Herbert Thurston reproducido en el santoral de ETF, en la memoria de la Traslación de los reyes magos.