Al igual que ocurre con Felipe (1), es apenas un nombre en los listados sinópticos de los Doce, en los que está siempre en el segundo grupo de cuatro, pero en puesto variable entre 6º, el 7º y el 8º.
En el ev. Jn tiene una importante presencia, sobre todo en el desarrollado relato acerca de la fe y la visión.
Dado que el nombre arameo o hebreo significa lo mismo que su apodo griego, "mellizo", es posible que no sólo "Dídimo" sino también "Tomás" sea un apodo, y desconozcamos el nombre real, ya que, según señala Meier (Un judío III, pág. 220), "Tomás" no es en la época un nombre usual de persona.
Los grupos gnósticos tomaron el personaje de Tomás como un referente de revelación, imaginando que era gemelo del propio Jesús.
Hay un evangelio apócrifo famoso a su nombre, que los especialistas discuten si recoge algunas tradiciones independientes o es íntegramente una relectura gnóstica de los cuatro canónicos.