Que Jesús tuvo varios hermanos es algo más allá de toda duda razonable: los propios evangelios, y Hechos, lo afirman sin ningún problema, así como dos evangelios, de manera independiente entre sí (Mt y Lc), afirman que María concibió siendo virgen. Es verdad que en los evangelios no figura de manera explícita la virginidad perpetua de María, pero hasta donde podemos rastrear, es un enunciado de fe desde el principio. Esas dos realidades deben ser mantenidas a rajatabla: ni es verdad que la virgen no fue virgen porque Jesús tuvo hermanos, ni es verdad que Jesús no tuvo hermanos porque la Virgen fue virgen.
Desde la antigüedad cristiana se han podido mantener juntos esos enunciados explicando la cuestión desde distintos ángulos:
1-Extender el significado de "hermanos" para que no signifique hermanos sino "primos", apelando a la vaguedad de los parentescos en el AT. Cada uno está en su derecho de aceptar la solución que le parezca mejor, pero esto no parece tener apoyo filológico: los evangelios están redactados en griego, y en un estado de la cultura muy distinto al de la antiguedad semítica que se refleja en Génesis, por ej.
2-San José -como viudo- aportó al matrimonio hijos que tenía de un matrimonio anterior. Es una solución posible, y es la que de hecho adopta cierta parte de la tradición al señalar a José como mucho mayor que la Virgen. Es la solución del apócrifo Protoevangelio de Santiago. Personalmente creo que no es necesaria.
3-Entender que estaban en la familia de Jesús como verdaderos hijos, aunque no lo fueran carnalmente, por ejemplo por informal adopción por parte de María y José, de algún pariente fallecido. Es la solución que me parece mejor, porque simplemente adopta los dos hechos que tenemos: la Virgen fue virgen siempre, y en la familia de Jesús había cinco hijos y varias hijas, sin pretender darle una forma demasiado determinada. Entiéndase que cuanto menos se eche a volar la imaginación, mejor.
Lo fundamental es que los evangelios dejan bastante claro (Jn 7,5) o sugieren (Mc 3,21.31) que los parientes de Jesús no estuvieron muy de acuerdo con su ministerio. Incluso en época de la primera Iglesia los cristianos distinguen entre los Doce y los hermanos de Jesús (Hch 1,13-14; Hch 12,17; 1Cor 15,5-7), por lo que lo más razonable es pensar que no formaron parte del ministerio en vida terrena de Jesús, y por tanto ninguno de los Doce es uno de los hermanos de Jesús.
Ocurrida la Pascua, es posible que Hechos de los Apóstoles refleje una lucha en la Iglesia inicial entre un principio "carismático" (Pedro) y un principio "dinástico" (los hermanos). Tema que se resolvió por la muerte de Jacobo el hermano hacia el 64, y la destrucción del templo de Jerusalén que de manera natural desplazó el centro de la cristiandad desde Jerusalén a Roma. La muerte de Jacobo la consignan tanto Josefo como Eusebio de Cesarea (siguiendo a Josefo): Josefo, Ant. XX,9; Eusebio, HE II,23
Eusebio de Cesarea (HE, III,11; IV,5) afirma que los parientes del Señor, y luego simplemente judíos conversos, estuvieron a cargo de la Iglesia de Jerusalén hasta bien entrado el siglo II.
Transcribo como nombre alternativo el ya consagrado en español, pero es totalmente incorrecto llamarlo Santiago, apócope de "Sant Iacob". Se trata de Jacob, que llegará, en el seguimiento del Señor, a ser santo.