He puesto en las referencias contextuales todos los pasajes que en la actualidad se admiten como referidos al mismo personaje, el anónimo "Discípulo amado". Desde la antigüedad se intenta dar al personaje mayor concreción, a pesar de que el propio evangelio de Juan parece evitarlo. La tradición popular, abanderada por algunos Padres, se estabilizó en que se trata de Juan (7) "Boanerges" (Mc 3,17), pero verdaderamente no hay nada en el evangelio mismo que apunte a él. El nombre mismo de "discípulo", en un evangelio que distingue cuidadosamente entre los discípulos y un grupo especial de ellos que son los Doce, hace difícil que debamos identificar a este discípulo anónimo con uno de los Doce.
Para algunos exégetas, sobre todo en la primera mitad del siglo XX, se trata de una figura simbólica, pero en la actualidad se tiende a pensar que, si bien el evangelio lo rodea de simbolismo (sobre todo como discípulo-ideal), se trata de una figura histórica y real, del garante de la tradición joánica, quizás aquel que llevó a la comunidad joánica a la comprensión cristológica que se despliega en el evangelio y que hace a su carácter tan propio. En ese sentido se lo puede considerar el "autor" del evangelio, aunque la obra en sí haya tenido un lento crecimiento y sea el resultado de varias manos redaccionales. Ver sobre todo esto cualquiera de las grandes introducciones al evangelio, en especial Brown, Juan I, pág. 117ss.
Todas las referencias a este personaje están en el Libro de la Gloria (Jn 13-21)