El NT lo menciona sólo en este capítulo de Hechos, y lo hace con el nombre de Herodes, aunque su nombre histórico fue Agripa (I). Así aparece en las monedas de la época, así como en Josefo, Filón, Dión Casio, y en general en la literatura histórica de la época, ya que fue un personaje conocido, y muy aventurero, hasta su breve reinado y trágico final. Por supuesto, aunque no de nombre, pero es un Herodes, nieto de Herodes (1) El grande; quizas lo de llamarlo con este nombre fuera un recurso poético-literario para que el lector lo pusiera mentalmente y con rapidez en la serie de los ya conocidos gobernantes.
Desde el 36 fue acumulando como tetrarca distintos territorios que desde Herodes (1) El grande habían estado en manos de la familia, y lo completó en el 41 al recibir de Roma el título de rey, y los territorios de Judea y Samaría, con lo que reconstituyó los dominios de su abuelo. Estas concesiones fueron el pago de favores políticos y de amistad, tanto con Calígula como con Claudio César, a quien apoyó en su débil comienzo.
Se ganó al partido fariseo, y gobernó el judaísmo mostrando cierta piedad, aunque cuando salía de los territorios judíos se mostraba más bien filopagano. En este equilibrio con el judaísmo oficial hay que inscribir su encono contra la secta naciente de los seguidores de Jesús, de la que da cuenta el cap. 12 de Hechos.
Su dominio como rey duró poco, ya que una enfermedad fulminante acabó con él de forma espantosa en el año 44. Su muerte está narrada por Hechos y por Josefo (Ant. XIX 8, 2), que difieren en detalles, pero están de acuerdo en lo fundamental.
Más detalles sobre Agripa I pueden leerse en Schürer, I, pág 568ss.