Él y su mujer (Priscila) salen de Roma, dice el texto "por haber decretado Claudio que todos los judíos saliesen de Roma". Sin duda se trata de una exageración retórica; había unos 50.000 judíos en Roma, muy entretejidos en la sociedad, y por tanto con escasas posibilidades de una expulsión masiva. Dios Casio (año 41, Historia LX,6,6) menciona uno de los primeros decretos de Claudio: el de la prohibición a los judíos de reunirse, pero no es una expulsión, es simplemente al revocación (posiblemente temporal) de un privilegio muy anterior. Suetonio menciona la expulsión de aquellos judíos que alborotaban “impulsore Chresto” (Doce Césares, V, 25,4), pero sin datarla (y desde luego, no es una expulsión general). Orosio (siglo V, Historias VII,6,15-16) fecha la de Suetonio en el 9º año de Claudio (49) pero sin mencionar de dónde sale ese dato. Algunos autores comentan que “Orosio no es famoso por su impecable precisión” (Brown, R: Antioch & Rome, p. 102). Tratándose de judíos seguidores de Cristo, es perfectamente posible que, sin necesidad de que la expulsión sea general, ellos hayan abandonado Roma por la causa que menciona Suetonio.
No es de origen romano, sino póntico (en el Mar Negro) a pesar de que su nombre (seguramente el nombre gentil, no el judío, que lo desconocemos) es netamente latino.
Son grandes evangelizadores, junto a Pablo, y responsables de la profundización en la fe de Apolo, que llegará a ser también gran evangelizador. Junto con su esposa aparecen en 1Cor como anfitriones de una iglesia doméstica. En la nota asociada al Santoral de ETF hay un artículo más extenso sobre este importante matrimonio evangelizador.