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formación, reflexión y amistad en la fe, con una mirada católica ~ en línea desde el 20 de junio de 2003 ~
Documentación: Agustín de Hipona, obispo y doctor de la Iglesia
Memoria de san Agustín, obispo y doctor eximio de la Iglesia, que, convertido a la fe católica después de una adolescencia inquieta por los principios doctrinales y las costumbres, fue bautizado en Milán por san Ambrosio y, vuelto a su patria, llevó con algunos amigos una vida ascética y entregada al estudio de las Sagradas Escrituras. Elegido después obispo de Hipona, en la actual Argelia, durante treinta y cuatro años fue maestro de su grey, a la que instruyó con sermones y numerosos escritos, con los cuales también combatió valientemente los errores de su tiempo y expuso con sabiduría la recta fe.

Las promesas de Dios se nos conceden por su Hijo

fuente: Comentario sobre los salmos 109,1-3
Se utiliza en: Miércoles, II semana de Adviento

Dios estableció el tiempo de sus promesas y el momento de su cumplimiento.

El período de las promesas se extiende desde los profetas hasta Juan Bautista. El del cumplimiento, desde éste hasta el fin de los tiempos.

Fiel es Dios, que se ha constituido en deudor nuestro, no porque haya recibido nada de nosotros, sino por lo mucho que nos ha prometido. La promesa le pareció poco, incluso; por eso, quiso obligarse mediante escritura, haciéndonos, por decirlo así, un documento de sus promesas para que, cuando empezara a cumplir lo que prometió, viésemos en el escrito el orden sucesivo de su cumplimiento. El tiempo profético era, como he dicho muchas veces, el del anuncio de las promesas.

Prometió la salud eterna, la vida bienaventurada en la compañía eterna de los ángeles, la herencia inmarcesible, la gloria eterna, la dulzura de su rostro, la casa de su santidad en los cielos y la liberación del miedo a la muerte, gracias a la resurrección de los muertos. Esta ultima es como su promesa final, a la cual se enderezan todos nuestros esfuerzos y que, una vez alcanzada, hará que no deseemos ni busquemos ya cosa alguna. Pero tampoco silenció en qué orden va a suceder todo lo relativo al final, sino que lo ha anunciado y prometido.

Prometió a los hombres la divinidad, a los mortales la inmortalidad, a los pecadores la justificación, a los miserables la glorificación.

Sin embargo, hermanos, como a los hombres les parecía increíble lo prometido por Dios -a saber, que los hombres habían de igualarse a los ángeles de Dios, saliendo de esta mortalidad, corrupción, bajeza, debilidad, polvo y ceniza-, no sólo entregó la escritura a los hombres para que creyesen, sino que también puso un mediador de su fidelidad. Y no a cualquier príncipe, o a un ángel o arcángel sino a su Hijo único. Por medio de éste había de mostrarnos y ofrecernos el camino por donde nos llevaría al fin prometido.

Poco hubiera sido para Dios haber hecho a su Hijo manifestador del camino. Por eso, le hizo camino, para que, bajo su guía, pudieras caminar por él.

Debía, pues, ser anunciado el unigénito Hijo de Dios en todos sus detalles: en que había de venir a los hombres y asumir lo humano, y, por lo asumido, ser hombre, morir y resucitar, subir al cielo, sentarse a la derecha del Padre y cumplir entre las gentes lo que prometió. Y, después del cumplimiento de sus promesas, también cumpliría su anuncio de una segunda venida, para pedir cuentas de sus dones, discernir los vasos de ira de los de misericordia, y dar a los impíos las penas con que amenazó, y a los justos los premios que ofreció.

Todo esto debió ser profetizado, anunciado, encomiado como venidero, para que no asustase si acontecía de repente, sino que fuera esperado porque primero fue creído.

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¡Oh eterna verdad, verdadera caridad y cara eternidad! - [Del libro de las Confesiones (libros 7,10.18;10,27: CSEL 33,157-163.255)]
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El ejemplo de Pablo - [Sermón sobre los pastores 46,4-5]
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Sé un modelo para los fieles - [Sermón sobre los pastores 46,9]
Apacentaré a mis ovejas en ricos pastizales - [Sermón sobre los pastores 7 46,24-25.27]
El mandamiento nuevo - [Sobre el evangelio de San Juan (Tratado 65,1-3: CCL 36,490-492)]
La samaritana - [Sobre el evangelio de San Juan trat. 15, 10-12. 16-17]
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El deseo del corazón tiende hacia Dios - [Sobre la I Juan, trat. 4]
Jesucristo es del linaje de David según la carne - [Sobre la predestinación de los elegidos 15, 30-31]
Cristo camino, verdad y vida - [Sobre San Juan trat. 34,8-9]
El doble precepto de la caridad - [Tratado sobre el evangelio de san Juan 17,7-9]
La misma vida se ha manifestado en la carne - [Tratado sobre I Juan (1,1.3: PL 35,1978.1980)]
Yo salvaré a mi pueblo - [Tratados sobre el evangelio de san Juan 26,4-6]
Llegarás a la fuente, verás la luz - [Tratados sobre el evangelio de san Juan 35,8-9]
La plenitud del amor - [Tratados sobre el evangelio de San Juan 84,1-2]
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