Efectivamente, además del llamado «calendario general», que rige para toda la Iglesia católica, hay varios calendarios particulares que se superponen:
-cada Conferencia episcopal elabora un calendario que adapta el general a las tradiciones concretas del territorio de esa Conferencia.
-a su vez cada diócesis puede hacer modificaciones al respecto.
-cada orden religiosa tiene su calendario propio, que se combina con el general y el diocesano.
-¡y hasta nuestro barrio tiene su calendario! (aunque no lo llamamos un calendario, porque las variantes respecto del diocesano son escasísimas): el santo o misterio titular de la parroquia del barrio es solemnidad en esa parroquia, aunque no lo sea en el resto de la diócesis. Si yo pertenezco a la parroquia santa Rita, que es memoria en el calendario general, debería rezar la liturgia de ese día como solemnidad, porque para mí, como parroquiano de santa Rita, lo es.
Ahora bien, ¿dónde se consiguen esos listados?
Del único que es importante ocuparse aquí es del diocesano, que es el que nos afecta a los laicos, ya que si uno pertenece a una orden religiosa, ya tendrá el calendario en la propia orden. Cada diócesis (o puede la Conferencia episcopal hacerlo para todo un gran territorio) publica a principio de año un calendario litúrgico, que suele costar muy poco dinero, y se consigue en cualquier librería religiosa.
Además, en la actualidad algunas conferencias lo publican por internet, como por ejemplo la Conferencia Episcopal española. En el caso de México, hay un link al caendario litúrgico en el sitio de la Diócesis Potosina (http://www.iglesiapotosina.org/index.cfm).