La pregunta completa es un poco larga, pero vale la pena transcribirla aquí:
-¿Esta oracion se hace por el bien solo de los cristianos,o por todos los hombres?...y tambien por uno mismo?
-¿En el caso de un laico,que no tiene una parroquia,diocesis,...,se reza por su entorno,familia,...o por todos los cristianos en general?
-¿Pasa algo si se reza,por,por ejemplo,Laudes y Visperas todos los dias fuera de hora?Yo pienso que seria como una oracion personal,pero no entraria en la oracion comunitaria de la Iglesia...
Las tres preguntas son, por lo menos, un poco curiosas. No dejaa nunca de llamarme la atención esta manera muy frecuente pero a la vez extraña de representarse la oración.
Lo primero de todo: la oración, ninguna oración, es un acto de magia, no tiene una eficacia "material", por así decirlo; no "obliga" a Dios, ni le tuerce el brazo.
Frecuentemente recibo preguntas del tipo "¿qué pasa si en vez de rezar así rezo asá (parado-sentado, solo-en grupo, laudes a la mañana - laudes a la tarde, etc)? Pues es muy sencillo: como "pasar", no va a pasar nada: no se va a caer el techo de la habitación, no va a haber un cataclismo, ni Dios se va a enfadar y nos va a mandar fuego del cielo.
La oración es el acto por el cual entregamos nuestra persona a Dios: eso es lo primero que hace la oración. Al entregar nuestro corazón a Dios en comunión espiritual con otros que alrededor del mundo están haciendo lo mismo, nos disponemos a recibirlo no sólo individualmente, sino también como común unión, como familia de Dios; por eso la oración más perfecta comienza diciendo "Padre nuestro".
Carece de sentido plantearse si eso se hace por el bien de todos los hombres, de los cristianos, o del nuestro individual: el bien de los hombres es Dios, el de los cristianos es Dios, y el nuestro personal es Dios. Estando ese bien -el único Bien- en juego, lo normal es que lo deseemos para todos. Dios sabrá qué hacer con la parte intencional de nuestra oración.
La oración, toda oración, tiene al menos dos aspectos: uno es que se dirige a Dios, en forma de intención: rezo para que Dios otorgue esto o aquello (un bien del que carezco, el bien de alguien al que quiero, una intención general, como la paz del mundo, o simplemente, el contacto con él, el decirle que lo amamos), siempre hay algo que queremos que Dios haga, así sea simplemente recibir nuestra oración.
Ese aspecto intencional es importante, pero a la vez, paradójicamente, es el menor de los dos aspectos, porque Dios "sabe lo que necesitamos aun antes de que se lo pidamos".
El segundo aspecto es pedagógico. Como señala san Agustín: «Puede resultar extraño que nos exhorte a orar aquel que conoce nuestras necesidades antes de que se las expongamos, si no comprendemos que nuestro Dios y Señor no pretende que le descubramos nuestros deseos, pues él ciertamente no puede desconocerlos, sino que pretende que, por la oración, se acreciente nuestra capacidad de desear, para que así nos hagamos más capaces de recibir los dones que nos prepara.» (Carta a Proba, 130,17)
Por medio de la oración nosotros descubrimos nuestro deseo, lo conocemos realmente. Si ese deseo es según Dios, se acrecienta, si no es según Dios, permitimos que él lo ilumine y lo reconduzca.
Por mucho que le pidamos, Dios jamás nos va a dar aquello que nos dañe, por eso a través del pedido insistente reconocemos también lo que de verdad nos hace falta, que es aquello que Dios nos da.
Si la oración es todo esto, no hay un límite claro y preciso entre oración personal y oración de la Iglesia: la oración de la Iglesia puede ser oración personal, y la oración personal, intencionalmente dirigida en bien de la Iglesia -de lo que la Iglesia pide como bueno, es decir, la salvación del mundo-, es también, a su manera, oración de la Iglesia.
No hay que preocuparse por si las Laudes que rezo son o no oración de la Iglesia, porque de alguna manera, aunque yo no sea ministro ordenado, lo son: son un formulario preparado por la Iglesia, y su lenguaje habla las palabras que habla la Iglesia.
En cuanto a rezar juntas Laudes y Vísperas, personalmente no le veo el sentido y no lo haría, pero bueno, tampoco se cae Roma porque se recen juntas dos horas litúrgicas.
La Iglesia pide que las Horas estén, en la medida de lo posible, visiblemente relacionadas con las horas cronológicas, para dejar hablar a los textos con mayor lógica. Textos que hablan de la salida del sol recitados a la noche no parecen muy pertinentes.
Sin embargo esto no es un criterio absoluto. Hay bienes mayores como puede ser la comunión efectiva en la oración de dos personas que viven lejos. Por ejemplo, cuando en ETF rezamos laudes por Skype, y viene gente de América, España y Japón, alguien (o más de uno) reza la hora "al revés", pero se entiende que es mayor el bien de la comunión visible que el de la lógica de los textos. La Iglesia no se opone a eso, ni por eso esas laudes serán "menos eficaces".
Pero para el rezo individual, personalmente no le veo el sentido a rezar juntas laudes y vísperas, ¿qué mayor provecho espiritual proviene de ello? es preferible rezar sin prisa una sola de las dos, la que toque a la hora cronológica, y no rezar las dos con la sensación de estar "cumpliendo"... ¿cumpliendo qué?
Espero no haber sido demasaido desordenado en mi respuesta. Recomienddo a quien preguntó, y a los demás lectores, los hermosos fragmentos de san Agustín en la Carta a Proba, acerca de la oración, que entresaqué como pequeña "escuela de oración"
de todas maneras como se rezan al reves las oracione? de atras hacia delante son oraciones al reves?
La expresión "al revés" está puesta entre comillas, apelando a la comprensión del lector, pero por las dudas aclaro: al revés sería comenzar el día con vísperas y terminar con laudes...