Dice el número 43 de la Ordenación general del Misal Romano (apartado "gestos y posturas corporales"):
«Los fieles están de pie [...] y desde la invitación Orad, hermanos, antes de la oración sobre las ofrendas, hasta el final de la Misa, excepto lo que se dice más abajo.» (el remarcado es mío)
Yo creo que no debería haber lugar a dudas, y esto no es desde ahora: he oído en algunas parroquias que fue un cambio introducido en la última promulgación del Misal Romano en España, pero no, de hecho lo estoy tomando de una edición argentina de muchos más años, el actual dice lo mismo.
Pero reconozco que se instaló otra costumbre, que es ponerse de pie en el diálogo anterior al Prefacio, específicamente en "levantemos el corazón". Pienso que obedece simplemente a la confusión entre lo que hay que levantar, si el corazón o las asentaderas, fruto de no comprender por qué nos ponemos de pie en la misa: no estamos de pie simplemente por respeto (aunque también, claro está), sino siempre que la acción que se realiza es del Cristo total (Cabeza -representada por el sacerdote in persona Christi- y cuerpo, su Iglesia): en la entrada, en la proclamación del evangelio, en el encargo al sacerdote de hacer presente a Cristo ("El Señor reciba de tus manos..."), y hasta el final. Mientras que permancemos sentados en la proclamación de las lecturas que no son el evangelio, en la homilía, y en la procesión de ofrendas, que pueden definirse como acciones en cierto sentido puramente humanas.