Buenos días, y muchas gracias por su página. Mi pregunta es la siguiente: ¿Cuándo y dónde se ha dado una instrucción para cambiar la forma de rezar el Gloria en castellano?
Lo pregunto porque llevo unos años observando que ya prácticamente no oigo a nadie, fuera de los periodistas de Radio María, que lo recen como todos lo rezábamos hasta hace... ¿qué diremos? ¿siete, ocho años?
Da igual que lo recen personas ancianas, de mediana edad o jóvenes; todos hacen igual: todos dicen "como era en UN principio...", en vez de decirlo en la versión del catecismo, la que se ha rezado toda la vida: "como era en EL principio".
Es algo que se ha extendido casi por completo. Lo oigo en la catequesis, en los rosarios rezados en mi parroquia antes de la misa o en otras ocasiones, en el Ángelus... También en los rosarios retransmitidos desde las parroquias por Radio María, ¡muchas veces desde colegios católicos! Y no entiendo por qué se está enseñando a los niños de un colegio católico a rezar mal el Gloria.
En castellano existe una frase hecha o locución "en un principio". Ejemplos:
"en un principio pensamos poner verde en todos los pasillos, pero al final hemos puesto algunos en crema";
"en un principio iban a venir todos, pero al final sólo han podido venir Pepe y Juana".
"en un principio la puerta del garaje iba aquí, pero se vio que era mejor ponerla mirando hacia la otra calle”
Esta frase hecha tiene un uso bien claro y limitado a esta función de contrastar una decisión o pensamiento anterior con los hechos posteriores.
¿Cómo puede haberse colado esta frasecita del lenguaje cotidiano en la oración por excelencia ofrecida a la Santísima Trinidad, la oración en la que, además de querer darle gloria, expresamos que es anterior a todo lo creado, anterior al tiempo y al espacio; que es Quien existe y de donde procede todo?
"En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba ante Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba ante Dios en el principio."
Estos son los versículos 1 y 2 del capítulo 1 del Evangelio según san Juan. La traducción del Gloria que lleva décadas y décadas rezándose recoge esta inspiración que Juan recibió del Espíritu.
Cada vez que rezamos el Gloria bien rezado y decimos "en el principio", resuena en nuestra oración esta maravillosa verdad: que la Palabra (que luego será el Verbo encarnado, como enseguida continua san Juan) es Dios mismo; era Dios ya en el principio.
Reducir esto a "en un principio" (como otro principio cualquiera), o hacerlo sonar como esa frasecita hecha de nuestros cambios de planes... me parece triste, y me tiene perpleja y confusa.
Si se hubiera cambiado, por ejemplo, el decir "por los siglos de los siglos", y en vez de eso le hubiera dado a alguien por decir "por los siglos y los siglos", y hubiese conseguido "contagiárselo" a todo el mundo, podría sonarnos raro, pero no estaríamos borrando una de las verdades esenciales que expresa el Gloria.
¿Será una cuestión sin ninguna importancia, y el demonio está intentando distraerme cada vez que estoy rezando con otras personas?
Un saludo en el Señor.
He querido copiar la pregunta entera por lo detallada y prolija de la argumentación.
Por una lado es cierto, siempre se ha rezado con el artículo, y sigue siendo lo que toca. Ahora bien, en realidad la oración como tal es latina, y en latín no existe el artículo, así que desde el punto de vista idiomático las dos traducciones son correctas:
"sicut erat in principio, et nunc et semper, et in saecula saeculorum...", es tan legítimo volcarlo con "como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos..." que "como era en un principio, ahora y siempre y por los siglos de los siglos...."
¿Es lo mismo? no exactamente. Está muy bien explicado el sentido profundo de ese artículo: "resuena en nuestra oración esta maravillosa verdad: que la Palabra (que luego será el Verbo encarnado, como enseguida continua san Juan) es Dios mismo..."
Pero de allí no se concluye que rezarlo sin el artículo esté mal, si por mal entendemos inadecuado a su original, porque el original da para las dos formas, y no es como en el caso del Padrenuestro, que hay una versión castellana canónica.
Mas que sentirte molesta por quienes lo rezan sin el artículo, quizás deberías empeñarte en volver a introducirlo, por ejemplo explicando la cuestión en Radio María, sin acritud. Pienso que si solo en Radio María volvieran a decirlo con el artículo, la cosa se revertiría con facilidad.
Aprovecho la ocasión para señalar otro problema con el Gloria, y es que últimamente también apareció otra transformación: "Gloria al Padre, gloria al Hijo, y gloria al Espíritu Santo, como era...".
Mucha gente cree que agregarle palabras hace más solemnes las oraciones (como "para que seamos dignos de alcanzar las promesas de NSJ", aumentado a veces en "para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de NSJ"). A veces sí, y a veces no... el Gloria es una oración trinitaria: un solo gloria con la mención de las tres Divinas Personas es mucho más adecuado que tres glorias, como si de tres dioses se tratara... en fin, en este caso no hay original latino que avale el cambio.
Creo que, a veces, cometemos en error de ser demasiado puristas. Es cierto que debemos uniformar todo en la Iglesia para que exista una armonía y coherencia en todo, independientemente de la ubicación geográfica. Pero de ahí a fijarse en detalles nimios como este, creo que va un paso importante. No solo existe esta discrepancia, que en mi opinión es insignificante, sino que existen muchas más. Por ejemplo, en el rezo del Avemaría, en España decimos "bendita tú eres entre todas las mujeres", mientas que en Latinoamérica se dice "bendita eres entre todas las mujeres". Y así podríamos encontrar mil ejemplos. Pero de ahí a pensar que Dios se vea ninguneado, o que una oración valga menos que otra por seguir tal o cual patrón sintáctico, hay mucho trecho.
Creo que solemos perdernos en detalles tan pequeños como este más por querer que las cosas se hagan como nosotros queremos que por un deseo puro de mejorar la liturgia. Y cuando se actúa así, se está más pendiente de ver qué hacen o dicen los demás que de rezar y sentir lo que la oración dice. En este caso, mucho me temo que esta persona ya no puede rezar el Gloria, vaya donde vaya, sin fijarse en cómo la comunidad con la que está pronuncia esa parte. Y ahí empieza a perderse la esencia del Gloria, cuya fórmula no repercute en nada al sentimiento expresado por cada fiel. ¿De verdad pensamos que Dios no recibe gloria por nuestra parte si decimos "un" en lugar de "el"? Es más, ¿de verdad pensamos que a Dios le quita o le pone algo el hecho de que nosotros nos expresemos de una u otra forma?
Es cierto que hay que buscar la armonía, pero no hasta el punto de perder la paz. Además, si la buscamos, hagámoslo con cuestiones mucho más importantes, como pueden ser ciertas fórmulas litúrgicas eucarísticas, que en cada sitio se rezan de forma distinta o se suprimen, según los casos (como ocurre con el lavatorio de las manos). Y también normalicemos la forma de comulgar, la forma de cantar, nuestra participación en la misa, cuándo nos levantamos, sentamos y arrodillamos, etc, etc... En fin, que la cosa daría para mucho, por eso no entiendo que un artículo pueda dar para tanto.
Buenos días, estoy de acuerdo con Cecilia, debemos escribir o pronunciar las oraciones o expresiones de forma correcta, porque un término o una palabra mal utilizada puede originar ambiguedad o no claridad de lo que quiere expresar o decir la persona.El sentimiento esta reflejado y va dirigido a Dios, y esa oracion escrita u oral debe estar llena de grandeza y entendimiento porque va dirigida al Señor. Es bueno tomar en cuenta estos casos, porque de otra manera no estaríamos expresando y llamando las cosas como deben ser. Hay palabras que pueden modificarla expresion o lo que se quiere decir a lo deseado. Dios los cuide a todos. Paz y bien.!