Este salmo es famoso por los versos 7-11, citados y comentados en la carta a los Hebreos. Esos versos están encajados entre dos piezas difíciles de acoplar: acción de gracias y súplica: en ese orden; si fuera el orden contrario...
La primera parte (2-4 ó 2-6) es bastante tradicional en el esquema y original en la redacción. Los versos 5-6 podrían ser el texto del canto. La tercera parte (12-18) es bastante convencional, excepto en el orden, y tiene correspondencias con la primera parte. ¿Cómo se coordinan? a) Si se trata de la misma liberación, el orden tradicional está invertido, b) Si se trata de dos casos, la liberación pasada y experimentada (2-6) conforta la súplica en la nueva tribulación. Esto no es raro en el salterio.
La segunda parte se encuentra entre las dos. Empalma con la primera en un proceso lógico: tus proezas me desbordan - quiero contarlas y no doy abasto - tampoco puedo contentarme con sacrificios - porque tú me asignas otra tarea. La segunda parte empalma con la tercera por cinco repeticiones, de las cuales tres son sustanciales: yo canto tu fidelidad y lealtad (11b) / que tu fidelidad y lealtad me guarden (12b); yo amo tu voluntad (9a) /tú ten voluntad de librarme (14a); yo no cohibo los labios (10b) / tú no cohibas la compasión (12a).
En la parte segunda nos interesan dos cuestiones. Primera, la oposición de sacrificios o culto a otras actividades. Tema corriente, también en el salterio (50-51), que aquí aparece marcado por la oposición: "tú no quieres sacrificios / yo quiero cumplir tu voluntad". No enuncia un principio general, sino una misión personal. Y ¿cuál es dicha misión?
Es la segunda cuestión, a) Hay quien identifica "voluntad" divina con la torá, y ésta con el cuerpo entero de la ley de la alianza. Sería un ideal de observancia: véanse Sal 1,2; 37,31; 78,1.5 etc. Esta explicación no satisface: porque torá es muchas veces una instrucción particular; porque el orante habla de una cláusula personal; porque el complejo de la ley incluye culto y sacrificios, aquí relegados, b) La voluntad específica de Dios, el contenido de la instrucción será "evangelizar", proclamar las virtudes y acciones del Señor. Eso sí, no proclamará una pieza aprendida de memoria, sino que la tiene asimilada "en las entrañas". Será "un canto nuevo", de algo vivido. Esta hipótesis explica la concentración del salmo en términos de hablar y las coincidencias con Jr. Ahora bien, la nueva tarea puede ser arriesgada, dolorosa. Por eso suplica. La tarea del Dios conocido y reconocido será librarlo de nuevo. Así cuantos aman la "salvación" corearán la alabanza. [L. Alonso Schökel: Biblia del peregrino]