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El Testigo Fiel
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Santos Silvano, obispo y treinta y nueve compañeros, mártires
fecha de inscripción en el santoral: 4 de mayo
†: c. 304 - país: Palestina (ANP)
canonización: pre-congregación
hagiografía: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
Elogio: En las minas de Fennes, en Palestina, donde estaban condenados, san Silvano, obispo de Gaza, y treinta y nueve compañeros, mártires, todos ellos coronados con el suplicio durante la misma persecución, al ser decapitados por orden del César Maximino Daya.

Los hechos que leeremos en la narración de Eusebio de Cesarea ocurrieron en el año 304, en la ciudad de Tiro; de ellos el propio Eusebio fue testigo, y lo cuenta de primera mano. Sin embargo, esta persecución, en conjunto, duró varios años, y tenemos mártires vinculados a los mismos hechos desde el 304 hasta el 311.


-El primer grupo es el de los cinco mártires de Tiro, celebrados el 20 de febrero, martirio que ocurrió el 304.
-El mismo 20 de febrero, pero por entrada aparte, al corresponder a un martirio del año 311, celebramos a san Tiranión de Tiro. Tiranión había presenciado los martirios del 304 y alentado a los mártires, pero recién seis años después le tomaron preso y le condujeron, junto con san Zenobio de Tiro, a Antioquía de Siria, y tras hacerle sufrir crueles torturas, fue arrojado al río Orontes.
-A san Zenobio de Tiro, médico y sacerdote de la ciudad de Sidón, lo celebramos el 29 de octubre. Él padeció las torturas junto con Tiranión, pero murió en el potro.
-Durante el reinado de Maximino, san Silvano, obispo de Emesa de Fenicia fue devorado por las fieras en su propia ciudad, hacia el 310, y lo celebramos el 6 de febrero.
-En fecha desconocida, pero que celebramos el 4 de mayo, san Silvano, obispo de Gaza, fue condenado a trabajar en las minas de Fennes, cerca de Petra, en Arabia y más tarde fue decapitado allí, con otros treinta y nueve compañeros.
-Posiblemente pertenezcan al mismo conjunto (pero les hemos puesto noticia aparte) los sacerdotes egipcios Peleo, Nilo y sus compañeros, que muerieron en Palestina en el 310, y celebramos el 19 de septiembre.

Eusebio narra en los siguientes términos el martirio que presenció:

Varios cristianos egipcios que se habían establecido en Palestina y otros en Tiro, dieron pruebas de su paciencia y de su constancia en la fe. Después de haber sido golpeados innumerables veces, cosa que soportaron con gran paciencia, fueron arrojados a los leopardos, osos salvajes, jabalíes y toros. Yo estaba presente cuando esas bestias, sedientas de sangre humana, hicieron su aparición en la arena; pero, en vez de devorar o destrozar a los mártires, se mantuvieron a distancia de ellos, sin tocarles, y se volvieron en cambio contra los domadores y cuantos se hallaban cerca; sólo respetaron a los soldados de Cristo, a pesar de que éstos obedeciendo a las órdenes recibidas, agitaban los brazos para provocar a las fieras. Algunas veces, éstas se lanzaron sobre ellos con su habitual ferocidad, pero volvían siempre atrás, como movidas por una fuerza sobrenatural. El hecho se repitió varias veces, con gran admiración de los espectadores. Los verdugos reemplazaron dos veces a las fieras, pero fue en vano. Los mártires permanecían impasibles.

Entre ellos se hallaba un joven de menos de veinte años, que no se movía de su sitio y conservaba una serenidad absoluta; con los ojos elevados al cielo y los brazos en cruz, en tanto que los osos y los leopardos con las fauces abiertas amenazaban con devorarle de un momento a otro; sólo por un milagro de Dios se explica que no le tocasen. Otros mártires se hallaban expuestos a los ataques de un toro furioso, que ya había herido y golpeado a varios domadores, y dejándolos medio muertos; pero el toro no atacó a los mártires; aunque parecía que iba a lanzarse sobre ellos: sus pezuñas rascaban furiosamente el suelo y agitaba la cornamenta en todas direcciones, pero sin llegar a embestir a los mártires, a pesar de que los verdugos lo incitaban con capas rojas. Después de varios intentos inútiles con diferentes fieras, los santos fueron finalmente decapitados y sus cuerpos arrojados al mar. Otros que se negaron a ofrecer sacrificios a los dioses, murieron apaleados, quemados y también ejecutados en distintas formas.»

Eusebio, Hist. Eccles., vol. VIII, cap. 13, es la mejor de las autoridades a este respecto, pero el Acta Sanctorum y el Oriens Christianus de Le Quien, proporcionan otros datos, discusiones y detalles geográficos.

 

fuente: «Vidas de los santos de A. Butler», Herbert Thurston, SI
accedido 2454 veces
ingreso o última modificación relevante: ant 2012
Estas biografías de santo son propiedad de El Testigo Fiel. Incluso cuando figura una fuente, esta ha sido tratada sólo como fuente, es decir que el sitio no copia completa y servilmente nada, sino que siempre se corrige y adapta. Por favor, al citar esta hagiografía, referirla con el nombre del sitio (El Testigo Fiel) y el enlace de la página
Comentarios
por perenolasc (i) (190.242.26.---) - sábado , 4-may-2024, 2:12:04

Apreciado Abel:
Si no recuerdo mal le escribí preguntando porqué en un caso de dos santos, creo que mártires también, no se indicaba que uno era presbítero.
Lamento no recordar que santos ( o beatos) eran …
La respuesta de usted, si no me falla la memoria, que también pudiera ser, en cuyo caso me disculpo ya de antemano, era que si los dos santos no eran presbíteros, el Martirologio no podía indicar que uno de ellos sí lo era.
Pero en este caso se indica que San Silvano era obispo , aunque sus compañeros no lo eran.
¿Me falla la memoria o no entendí bien su aclaración ?

por Abel (46.6.56.---) - sábado , 4-may-2024, 9:27:16

El caso por el que habías preguntado es este: https://www.eltestigofiel.org/index.php?idu=sn_410
Y si comparas los dos casos tú mismo verás la diferencia: el título del otro es nominal por completo, son dos, inscritos cada uno con su nombre, mientras que aquí el único que se puso por nombre es el obispo, mientras que los demás están por grupo.
Como te señalé en la otra respuesta, esto sólo ocurre en el título, en la respuesta sí que se aclara en cada caso la categoría a la que pertenece.
Yo lo veo muy lógico (quizás porque estoy acostumbrado), pero no creas que el MR no tiene inconsecuencias lógicas: en una inscripción me encontré en una misma entrada un beato y un santo, algo que es una verdadera rareza y parece que no podría ser....

por perenolasc (i) (190.242.26.---) - sábado , 4-may-2024, 3:36:57

Aclarado.
Me cuesta entender todo el criterio del MR pero con tu ayuda es más fácil.
Gracias Abel

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