Bendiceme, Niño Jesús
y ruega por mi sin cesar.
Aleja de mí, hoy y siempre el pecado.
Si tropiezo, tiende tu mano hacia mi.
Si cien veces caigo, cien veces levántame.
Si me dejas, Niño, ¿que será de mi?
En los peligros del mundo asísteme.
Quiero vivir y morir bajo tu manto.
Quiero que mi vida te haga sonreír.
Mirame con compasión, no me dejes Jesús mio.
Y, al final, sal a recibirme y llevame junto a Ti.
Tu bendición me acompañe hoy y siempre. Amén.
El Niño vestido con el traje típico panameño; fotografía enviada por Carlos Vargas Vidal, de Panamá.