Somos forasteros en tierra extraña como Moisés
Somos forasteros en tierra extraña como Moisés; Moisés se puede decir que nunca vivió en lo que en realidad era su tierra, nació en Egipto pero en Egipto su pueblo, no era considerado tal, era oprimido, vejado, asesinado en sus niños; por eso cuando descubrió su origen se fue con los suyos, pero estos lo rechazaron, y Moisés fue al desierto, como pastor, donde tuvo lugar la revelación; de nuevo volvió a Egipto; a liberar a su pueblo, luego en el desierto, hasta morir en el monte Nebo, el deseo de Moises era llegar a la tierra prometida, no llego a conseguirlo; pero por ello se movía, actuaba, nosotros vamos en busca de la Jerusalén celeste, ella es nuestra tierra prometida; sin ella nada tiene sentido
Comamos y bebamos que mañana moriremos, la verdad es de admirar los no creyentes que no pisotean a otros para subir, que defienden toda vida humana desde su inicio, que respetan y protegen la vida no humana, en relación con la humana
Porque lo lógico sería que pensaran, total para acabar todos en cenizas, o comidita de gusanitos, si tanto da hombre que vaca, que insecto, el final ídem para todos, pues a vivir lo mejor que se pueda, que son tres días, y si hay que pisar a alguien pues se pisa, que se matan enfermos, viejos, con la eutanasia, niños no natos con el aborto, natos con el infanticidio, total muertos iban acabar que no lo hagan, y si hagan todo esto cristianos imbéciles, como demuestra que el Espíritu actúa donde quiere, y que en el Juicio va haber sorpresas
“Vendrán de Oriente y Occidente, y se sentaran a la mesa en el Reino con Abraham, Isaac, con Pedro, con Juan, con María la Madre, los budistas, sintoístas, los agnósticos y ateos que llamaron a las cosas por su nombre que al aborto llamaron crimen, a la eutanasia crimen, que dijeron que el matrimonio era un hombre con una mujer, que no pisaron a nadie, que no explotaron, que no maltrataron animales porque sí.
Mientras que los cristianos de bajo palio, de cofradías de Semana Santa, de novenas que callaban y, que callamos muchas veces, y, otros que hasta bendecían lo anterior, serán arrojados a las tinieblas exteriores
Por qué no pensaríamos que el Evangelio era sólo para el siglo I, y para condenar a los judíos fariseos
Pues no, es para todo tiempo
Un abrazo
Maite
“Judas salió era de Noche”
Me gusta mucho el resumen, muy en la perspectiva de la Biblia, que haces de la vida de Moisés, siempre forastero. Toda su vida puede ser vista en esa clave.
Incluso desde el punto de vista histórico: la Biblia cubre con un manto de piedad el nombre de "Moisés", y lo "traduce" al hebreo como si estuviera relacionado con el verbo "mashá", sacar: "El niño creció, y ella lo llevó entonces a la hija de Faraón, que lo tuvo por hijo, y le llamó Moisés (shemó moshé), diciendo: «De las aguas lo he sacado (meshtihu).»" (Ex 2,10)
Eso no es posible ni siquiera narrativamente: ¡la princesa egipcia no acudiría a una etimología en hebreo para nombrar a su hijo adoptivo!!!
Se trata de un recurso piadoso para esconder el significado de un nombre que al propio Moisés le resultaría un poco vergonzante: estas tres consonantes (m.s.s) son las que corresponden en los nombres nobles egipcios a la consagración a una divinidad, y se pueden traducir como "hijo de": Ra.mses (Hijo de Ra), Tut.mosis (Hijo de Tot)
¿A quién se habría destinado como "hijo" Moisés? Especulando, imaginando la historia, podemos pensar en que Moisés mismo se quitó el prenombre divino al abjurar de su formación egipcia y volverse a su pueblo:
Sin tierra, pero también exiliado de su nombre, entregado a un Dios cuyo nombre existe, pero no puede ser pronunciado: Yahvé.
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
Abel,
me acabas de dejar de piedra...si hubiera emoticonos, pondría el emoticono de asombro.
"(...) el sonido del puro silencio". 1 Re 19, 12
:-)
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
A mí a mí no me sorprendió Abel, porque es su oficio, si es uno de los mejores teólogos biblistas que conozco, pues es de lo más normalito lo que dijo, me extrañaría en otras personas del grupo.
Y, ahora sigo vaya por delante, mi gratitud por esta mini clase, pero profunda, una no sabía el desglose del nombre de Moisés, ni el significado egipcio, ni hebreo
Desde luego, rarito si me pareció siempre el nombre puesto al bebé, porque en primer lugar la buena mujer, trataría de presentarlo como egipcio, y, en segundo lugar, porque sería como si ahora, una señora adopta un niño africano, mahori, y, le pone un nombre tribal, o lo llama, “ de la selva lo saque”
Por eso cuadra mejor la definición que da Abel, porque la princesa tuvo que verlo como un regalo del Cielo, en el fondo era un Dios, el Río Nilo, el Padre Nilo, él que se lo entregaba
Y, ya metidos en harina, con las gafas del Nuevo Testamento, también podemos hacer otra relectura
El niño hebreo, es sacado de las aguas y, recibe el nombre de Moisés, pero ese no es su nombre, su nombre hebreo es otro, lo supo algún día, o lo ignoro hasta que Dios se lo dijo, no lo sabemos, lo que si es cierto que tiene una misión ser Libertador, tal vez sea ese su nombre, él que le correspondería de verdad
Nosotros en el bautismo, somos sacados del agua, rescatados y, se nos impone un nombre, pero ese nombre no es el verdadero, el verdadero como dice el Apocalipsis, sólo Dios lo conoce, y, aquel que lo recibe, pero lo que está clara es nuestra misión la misma que la de Moises, ser libertadores en unión con Cristo
Nuestra Madre es Dios, y, la princesa nodriza que nos cuida La Iglesia, y, naturalmente seguimos forasteros en tierra extraña, porque nuestra patria definitiva es El Cielo
Un abrazo
Maite
“Mis ovejas escuchan mi voz”