La clase de Jonás, me “inspiró” un relato sobre unas de las penitentes de Nínive, lo pongo a continuación, en las dos versiones, porque se me ocurrió en gallego, pero luego lo traduje.
Un abrazo
Maite
“Zaqueo se subió al árbol para ver a Jesús, Zaqueo no tenía vértigo”
As vacas de Nínive
Ista e a historia das vacas que faceron xexún, según se conta no libro do profeta Xonas
Nun prado da grande vila de Ninive, atopanse deitadas nun monton de cinza
Unha marela, de nome Luceira
Unha pinta de nome Estela
E unha moura de nome Farraca
Cos seus ollos grandes, hai que lembrar que son vacas, ollan u horizonte
Fala primeiro Luceira
Miñas amigas, non vos seis que facemos votadas nesta cinza, porque non estamos comendo herba
E que non te dixes conta Luceira, responde a Farraca, non podemos pacer, estamos de xexún
¿De xexun? Pregunta Estela, qué iso de xexun
Xexun e non comer, volve a falar Luceira
Vaia parvada, e a qué ven iso de cas vacas fagamos xexun, eu teño os catro estómagos valeiros.
Veras Estela, os estómagos valeiros temolos as tres, pero e orden do rei, por os pecados
¿Pecados nos, as vacas? Pecados iles os humans?
Estela, Estela, amiguiña as ordes do rei, haichas que comprir, e seguro que se o pensas ben, algún mal fichemos algunha vez
Fala de novo Farraca, que levaba un anaco rumiando o ar.
Tal vez ainda que tamen me parece unha parvada real, ainda que si o lembro- antonte, comin uns repolos de leira do vecino de meu amo, iso no estivo ben
Pues eu, volve a falar Luceira, dunha coz voteille en baixo a miña dona que ma acababa de muxir unha canada de leite, toda polo chan, ficheno aposta, e iso estivo mal
Eu di por fin Estela, negueime a tirar do arado, voteime a correr como unha tola, en pisei todos os sembrados, estivo mal
Pois iso amigas, de novo fala Luceira, fagamos xexún
¿Canto tempo, de xexún? Pregunta Estela
Eu cavilo en un anaco coma cinco minutos
Que dis muller, digo vaca, cinco minutos, qués que morramos de fame
Tes razón Farraca, un minuto será dabondo
Un minuto Luceira, estades tolas tanto Estela, coma ti, un segundo e vai dabondo, que esa herbiña que Deus puxo ahí pra nos ista decindo, “paceme, paceme”
Pois fagamos un segundo de xexún, dixeron as tres, e o acabar o segundo. Puxeronse a pacer
Que pra iso, eran vacas
Fin
Las vacas de Nínive
Esta es la historia de las vacas que hicieron ayuno, según se cuenta en el libro del profeta Jonás.
En un prado de La ciudad de Ninive, se encuentran echadas sobre un montón de ceniza
Una rubia de nombre Lucera
Una pinta de nombre Estrella
Una negra de nombre Farraca
Con sus grandes ojos, hay que recordar que son vacas, otean el horizonte
Habla primero Lucera
Amigas mías, no sé que hacemos echadas en esta ceniza, porque no estamos comiendo hierba
Es qué no te diste cuenta, Lucera, responde Farraca, no podemos pacer estamos de ayuno
¿De ayuno? Pregunta, Estrella, Qué es eso del ayuno
Ayuno es no comer, es de nuevo Lucera quien habla
Vaya tontería, y, a qué viene eso de que las vacas hagamos ayuno, yo tengo los cuatro estómagos vacíos.
Veras Estrella, los estómagos vacíos los tenemos las tres, pero es una orden del rey por los pecados
¿Pecados nosotras, las vacas? Pecados ellos los humanos
Estrella, Estrella, amiguita, las órdenes del rey, hay que cumplirlas, y, si lo piensas bien seguro que algún mal hicimos alguna vez
Habla de nuevo Farraca, que llevaba un rato rumiando el aire
Tal vez, aunque también me parece una tontería real, aunque si mal no recuerdo, antes de ayer, comí los repollos de la huerta de un vecino de mi dueño, eso no estuvo bien
Pues yo, vuelve hablar Lucera, de una Coz, le eche por el suelo a mi dueña que me acababa de ordeñar, una canada de leche, toda por el suelo, lo hice adrede, y, eso estuvo mal
Yo, dice por último Estrella, me negué a tirar del arado, me eche a correr como una loca, pise todos los sembrados. Estuvo mal
Por eso amigas, habla de nuevo Lucera, ayunemos
¿Cuánto tiempo de ayuno?, Pregunta Estrella
Yo pienso en un trocito, como cinco minutos
Qué dices mujer, digo vaca, cinco minutos, quieres que muramos de hambre
Tienes razón Farraca, con un minuto bastara
Un minuto Lucera, estáis locas tanto tú, como Estrella, un segundo es más que suficiente, que esa hierba que Dios puso ahí, para nosotros, está diciendo. “páceme, páceme”
Pues hagamos un segundo de ayuno. Dijeron las tres, y, al acabar el segundo, se pusieron a pacer
Que para eso eran vacas.
Fin
Jajajaja!!!! muy bueno! me encantó.
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La creación es la esposa de Cristo, y nosotros su regalo de bodas.