La Palabra de Dios es alegría para quienes confían en ella.
En este «Camino de la Palabra» celebremos la hondura y riqueza de esa Palabra, la única capaz de revelarnos la anchura y longitud, la altura y profundidad de Dios.
Recorrámoslo juntos desde la Creación, atravesando el drama de nuestra miseria y la grandeza de la misericordia divina, hasta culminar a las puertas de la Nueva Jerusalén, donde podremos para siempre celebrar a Dios con los sonidos de su propio Espíritu.