Ahora en serio, Lucas inicia su 3º capítulo; haciéndonos una presentación pormenorizada del inicio de la carrera de JB
No falta detalle,
la época, el año 15 del reinado de Tiberio César, para concretar, más cuando Pilatos gobernaba Judea, Herodes era tetrarca de Galilea, Filipo su hermano, lo mismo de Iturea, y, otros sitios, bajo el pontificado de Anas y Caifás. Lc 3, 1-2
sinceramente, creo que de pocos hechos históricos se dan tantos datos, le falto la hora
prosigue, “vino la palabra de Dios, sobre Juan, hijo de Zacarias en el desierto”
me llama la atención, que diga que vino la palabra de Dios sobre Juan, me recuerda un poco lo de Pentecostes, claro el autor del texto es el mismo, se podría pensar que lo correcto, sería que dijese, que Juan empezó a predicar la palabra de Dios, pero no, dice, que vino a él.
Para mi, esto es muy importante, sobre todo, cara a esos cristianos, que piensan que la palabra de Dios, es la Biblia, y, punto final, si así fuera, no podría venir sobre Juan, salvo, que un gamberro, se la tirase a la cabeza, por suerte no es así, la Palabra de Dios, es su Verbo, pero es también el Espíritu, y, el mismo Padre, es decir lo que yo entiendo, aquí, ya me corregirás, y, así aprendemos, todos, que antes de que Juan empezará a hablar a la gente, Dios, vino a él, lo cubrió, se derramo sobre él, como la lluvia, sobre el campo, y. Lo hizo en el silencio de su alma, allí, donde sólo estaban Dios, y, Juan, sin negar que físicamente también estuviese en el desierto, pero, si no hubiese vaciado su espíritu, de cositas, daría lo mismo, el lugar físico, por otro lado, Juan va poder hablar de Dios, porque ha sido impregnado de su Palabra, no es un teórico, es un profeta, La Palabra, viene, sobre él, casi se encarna.
Después no antes, se irá según Lucas, por toda la región, del Jordán, predicando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados; según el libro del profeta Isaias. Lc 1-3
Lo dejo aquí
Un abrazo
Maite
“Cuando te invoque me escuchaste”
Disculpa, Maite, que me metí a corregirte el formato, pero verdaderamente no leía nada de tan pequeñita que había quedado la letra.
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«Dios nos ordena hacer con torpeza y lentitud lo que Él podría llevar a cabo con perfección y rápidamente.»
Dios te lo pague, yo, tampoco podia leer
Ese aspecto de la naración de Lucas imita expresamente el estilo de los grandes profetas del AT, con su precisa ubicación temporal, e incluso la expresión "vino la Palabra de Dios sobre".
Compara estos ejemplos:
Isaías 1,1:
Visión que Isaías, hijo de Amós, vio tocante a Judá y Jerusalén en tiempo de Ozías, Jotam, Ajaz y Ezequías, reyes de Judá.
Jeremías 1,1-3:
Palabras de Jeremías, hijo de Jilquías, de los sacerdotes de Anatot, en la tierra de Benjamín, a quien fue dirigida la palabra de Yahveh en tiempo de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, en el año trece de su reinado, y después en tiempo de Yoyaquim, hijo de Josías, rey de Judá, hasta cumplirse el año undécimo de Sedecías, hijo de Josías, rey de Judá, o sea, hasta la deportación de Jerusalén en el mes quinto.
Ezequiel 1,1-3:
El año treinta, el día cinco el cuarto mes, encontrándome yo entre los deportados, a orillas del río Kebar, se abrió el cielo y contemplé visiones divinas.
El día cinco del mes - era el año quinto de la deportación del rey Joaquín - la palabra de Yahveh fue dirigida al sacerdote Ezequiel, hijo de Buzí, en el país de los caldeos, a orillas del río Kebar, y allí fue sobre él la mano de Yahveh.
Oseas 1,1:
Palabra de Yahveh que fue dirigida a Oseas, hijo de Beerí, en tiempo de Ozías, Jotam, Ajaz y Ezequías, reyes de Judá, y en tiempo de Jeroboam, hijo de Joás, rey de Israel.
En todos ellos (y en Lucas) para decir que "la palabra", la "mano", etc. "vino" al profeta se utiliza siempre el mismo verbo, aunque distintas preposiciones (venir a, vebnir sobre, venir hacia), es decir que la expresión es parecida, pero no completamente idéntica, no es una fórmula fija sino una idea compartida sobre cómo actúa Dios en el profeta.
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«Dios nos ordena hacer con torpeza y lentitud lo que Él podría llevar a cabo con perfección y rápidamente.»
Aquí estoy de nuevo, “dando la murga”; la verdad es que sí; había notado, la costumbre de los evangelistas; “ de plagiar” el AT; sin embargo, lo que yo, quise escribir, fue que en el caso de JB; de los profetas también por supuesto; se nos deja claro, que si el profeta, ó, Juan, comunica al pueblo, el mensaje de Dios, es porque antes, ese mensaje, esa Palabra, vino, a él, o sobre él, es decir que no se trata de eruditos, contra los que no tengo nada; si no de hombres, de oración; hombres que se han empapado dela Palabra de Dios, porque la han masticado, la han orado, no son exegetas, la palabra vino a ellos, los cubrió, penetro en ellos, se hizo, me atrevo a decir su palabra, por eso, ahora, pueden proclamarla: Juan, al contrario que el exegeta, que estudia el texto sacro, lo despedaza, para reconstruirlo, ha orado, y, ha recibido la palabra, esa palabra que encarnada es Jesús de Nazaret, y, que lógicamente, no se puede limitar ala Biblia, es más, mucho más, quien oye al profeta, a Juan, oye a Dios, quien oye al exegeta, oye a un hombre, no tengo nada, en contra de los exegetas, pero salvando excepciones, sobre ellos no vino la Palabra
La excepción me refiero, a que el exegeta sea profeta
Por otro lado, para que la Palabra, que Isaías define, como la lluvia que riega los campos, es preciso, que el profeta, sea receptivo, que no ponga obstáculos, que siempre, van a ser de tipo intelectual o, moral.
Que se ponga ante Dios, como un niño pequeño, ante su padre, que sepa reconocer la transcendencia de Dios, y, como Abraham, se sienta, como un grano de arena; lógicamente, Juan lo hizo, pero no siempre, hay un momento en que su lógica le va hacer de paraguas.
Y, justo ese momento será el que comentemos en mi próxima entrada
“Yo no lo conocía, pero ahora lo he visto, y, doy testimonio de que este es el Hijo de Dios”
Un abrazo
Maite
Continuando con JB; en los sinópticos, en Lc; 7; 18-30; se habla de una extraña embajada de Juan a Jesús
“Llamando a dos, de ellos, los envío a decir, al Señor, ¿Eres tú, él que ha de venir; o debemos esperar a otro? Lc, 7; 18-19
Naturalmente, hay más cosas, pero ahora, me conformo con esto
Por lo pronto, lo que me sugiere; es que Juan, no estaba, no debía estar en una celda; ya que de ser así, dudo mucho, que pudiera recibir visitas; y, mandar recados, las cárceles; eran cárceles, o, más bien, antesalas del infierno; asi pues, JB, pienso, que estaría retenido en palacio, con cierta libertad, para recibir a sus discípulos; y, amigos, en otro lado; se dirá que Herodes, lo escuchaba, con agrado, luego, se entiende; que daría “ sus conferencias”, en la casa del reyezuelo; lo que por otro lado, tampoco tiene mucho sentido, si se detiene a un señor, por representar un peligro para la seguridad nacional, y, no se le mete en la cárcel, si no, que se le retiene, en la casa del gobierno, y, allí, se le permite que siga con su “ trabajo”, no tiene lógica, para eso, dejarlo ya en libertad
Claro que por otro lado, puede ser una táctica de despiste, demostrar al pueblo, que ese hombre, no dice toda la verdad, que el gobierno no es tirano, que no esta, contra la ley de Moisés, por eso, le deja, hablar, y, en palacio, y, no sólo hablar, si no recibir vistas,
Por otro lado, este método de “prisión atenuada” debía ser normal, en la época del imperio, de lo contrario, Lucas, no hubiera podido citarla, sin justificarla, sobre todo, porque Herodes, de santo, tenía más bien, poco
El segundo punto; es que Juan, manda a dos, lo que me recuerda, el envío de los 72; de 2, en dos, y, los envía, con una pregunta concreta, pregunta, que no tiene, vista a sí, a primera vista, sentido, a nadie, con 2 dedos, de frente, se le ocurre hacer una pregunta semejante, qué esperaba oír, suponiendo que Jesús no fuese el Mesías, si no un impostor, no les iba decir, “ soy un impostor”; si fuese un loco, tan poco, les iba decir, “ soy un loco, y, me creó, el Mesías”
¿Entonces, a que viene, semejante, embajada, y, semejante pregunta?; Tendría sentido, que los mandase, ver, lo que hacía, y, decía Jesús, pero esto no
Esto es más bien, la pregunta, de un creyente, en la oración, de un creyente que duda.
El texto continua, pero ahora, en este versículo. ¿Estamos ante un texto histórico; o, un texto espiritual?
Un abrazo
Maite
“La Virgen, le llama Enmanuel, Dios con nosotros”
Después de unos cuantos años retomo el tema. Revisé un poco lo dicho anteriormente y veo que hay algunas menciones, pero no muchas, a Juan Bautista en Marcos. Ayer se leía ese texto y, en una lectura despreocupada y –diría- desprejuiciada, me chocó algo: Se presenta a Juan como todo un personaje que está bautizando, ok. Juan anuncia que vendrá uno que será más grande y él, a su lado, no es más que un piojo (lo dice más elegantemente, ok). Llega Jesús, Juan lo bautiza y punto, lo bautiza como a uno más. Juan no lo “reconoce”. Tampoco manda a nadie a que lo siga, ni se da el artificioso diálogo de Mt. Se abren los cielos, se oye una voz (dirigida a Jesús). Nada -en el texto - induce a pensar que Juan haya visto ni oído nada. A continuación, Juan es encarcelado y Jesús comienza a predicar. Varios capítulos después se retoma el encarcelamiento de Juan (Herodes lo protegía, no era tan malo después de todo, tal vez sí pusilánime) y le cortan la cabeza. A diferencia de Mt, en que Jesús dice “Vayan y cuéntenle a Juan -que está preso - que lo ciegos ven, los sordos oyen, etc.”, acá no se hace ningún comentario sobre que Juan haya se haya enterado de nada. No reconoce al que anunció, ni siquiera llega, como Simeón, a decir “Ahora puedes dejar a tu siervo irse en paz”. ¿Alguna explicación textual o espiritual o lo-que-sea?