Creo que en el planteo que haces hay una cierta confusión entre dos aspectos:
1- Las genealogías de Jesús no son listas "registrales", "históricas" en nuestro sentido.
Puede resultar quizás un poco chocante para nuestra mentalidad que los autores de los evangelios se hagan eco de manera completamente acrítica de genealogías populares, en vez de consignar con claridad la genealogía exacta. Pero lo cierto es que en la antigüedad las genealogías muy raramente cumplían funciones registrales (salvo una genealogía muy directa de padres, abueos y poco más, como para establecer, por ejemplo, una propiedad).
En general las genealogías en el mundo semítico antiguo tenían una función "simbólica" (diríamos nosotros), es decir, establecían "significados" de una persona, como en nuestro refrán "de tal palo tal astilla", podían saltarse generaciones sin problemas (de hecho muchas genealogías lo hacen, lo que las vuelve muchas veces un rompecabezas), en función de destacar los nombres principales portadores del "significado" de la persona en cuestión.
Este aspecto lo tienes bien en claro, por eso comienzas tu escrito con "Vaya por delante que ya sé no se trata de una anotación histórica".
2- Pero me da la impresión de que, por el hecho de que no sean históricas, consideras que Mateo y Lucas, cada uno por su lado, compusieron ellos mismos las genealogías, con, podríamos decir así, entera libertad creativa, de tal modo que simplemente escogieron nombres que les sugierieran los significados que deseaban presentar.
Esto segundo es bastante más difícil de afirmar que lo primero, es decir, el hecho de que las genealogías, en el entorno cultural de los evangelistas, no fueran "históricas", no implica que ellos no las recibieran como históricas, y no creyeran estar consignando una verdadera genealogía de Jesús.
Es decir, cuando Lucas dice que el abuelo de Jesús se llamó Elí, puede que tenga equivocado históricamente el dato, pero es seguro que no se estaba refiriendo al Elí de 1Samuel, y cuando Mateo dice que se llamó Jacob, es seguro que no se estaba refiriendo al patriarca.
Dicho de otra manera: las genealogías son artificiosas, no-biológicas y cumplen una función simbólico-teológica, pero eso no implica que cada uno de los nombres consignados cumpla una función simbólica, ni que esos nombres los hayan engarzado Mateo y Lucas respectivamente.
En el caso de la de Mateo, muy posiblemente él agregó los nombres de las mujeres, precisamente porque una genealogía con nombres de mujeres es algo inusitado, y difícilmente se haya encontrado eso en las tradiciones populares que recoge; además la mención de esas mujeres tiene precisamente una función apologética al mostrar que Dios se sirve en la historia del linaje real, tambien de mujeres que pueden ser tildadas como de escasa reputación, igual que la Virgen: Tamar (la de Gn 38, acusada de prostitución, aunque en verdad inocente), Rahab, la prostituta de Jericó que salva al pueblo de Israel, Betsabé, la que tiene la unión adúltera con David (de esta el pecado es real, por eso posiblemente Mateo la alude sin nombrarla).
Posiblemente Lucas mezcló genealogías populares que le permitieron llegar a su esquema casi perfecto de 77 generaciones humanas (más la generación divina con la que termina), posiblemente con la intención de separar 11 pasos de 7 generaciones (pero no hay unanimidad en si esta intención es lucana o no, por lo pronto él no la anuncia explícitamente, como sí hace Mateo con su triple bloque de 14 generaciones), pero eso no significa que él se inventara cada uno de esos bloques genealógicos. Quizás entre tradiciones que ponían al mesías como descendiente de la línea real davídica, él prefirió otras que lo hacían descender de otro hijo de David (Natán, no el profeta, sino el de 1Cro 3,5), quizás porque no quería fundar la importancia de Jesús en la realeza "carnal", pero ya ves que en el siguiente bloque (Lc 3,27) Lucas vuelve a Zorobable y Salatiel como si nada... ¡estos son del linaje "real" davídico! Si Lucas se hubiera inventado los nombres, no habría caído en esos gruesos saltos.
Circulaban en la época de Jesús listas genealógicas populares, quizás también había registros públicos, aunque solo para las familias con pretensiones de abolengo (difícilmente pueda considerarse eso de José). Había cierta afición cultural a esas listas. Josefo nos cuenta con orgullo su genealogía de siete generaciones.
De allí Mateo en su evangelio de infancia y Lucas en el inicio de su evangelio (el actual capítulo 3, antes de haber concebido su evangelio de infancia), cada uno con un propósito teológico definido, insertaron genealogías compuestas de tradiciones populares, que sugerían, cada una a su modo, el cumplimiento del plan divino en la persona de Jesús:
-Mateo presenta 3 series de 14 generaciones del "Hijo de David": 14 es el número gemátrico del nombre David en hebreo, y además quizás 42 (14*3) es la expresión simbólica del tiempo del reinado del mal (ver Apoc 13,5), antes de la llegada final del Mesías. David, como representante de la bendición a Israel y Abraham, "en quien" se bendicen todas las naciones, tienen en esta genealogía lugares muy destacados.
-Lucas posiblemente presentó 77 generaciones (hay gran variación en los manuscritos, que van de 63 a 77 generaciones, pero la que parece más fiable es la que usamos actualmente de 77 generaciones) que van teniendo "marcas" cada 7 generaciones, lo que da un total de 11 bloques, posiblemente porque en las ideas apocalípticas de la época la historia del mundo se dividía en 12 eones, el último de los cuales estaba significado por la llegada del Mesías. Pero el propósito más obvio de Lucas es mostrar a Jesús como "hijo de Dios" a través de Adán. Ya sé que esta forma "carnal" de concebir la filiación divina de Jesús no es muy adecuada a nuestra forma de entender la fe, pero parece que sí lo fue en los primeros años, sobre todo antes de que san Lucas desarrollara su teología del relato de infancia.
Gn 5,1-3 parece entender carnalmente la transmisión de la imagen divina a los hombres (Dios crea el hombre a su imagen, Adán tiene un hijo a su imagen, etc), así que no hay nada en lo que dice san Lucas que no pueda remontarse a un antecedente bien bíblico.
Si ellos se hubieran inventado las genealogías, no servirían para probar lo que ellos quieren probar, que es la huella providencial de Dios en la historia de los hombres.
En cuanto a lo del matrimonio de Levirato, es una solución desesperada e inconsistente para compaginar las dos genealogías. Podría valer para alguna generación, pero evidentemente en el conjunto no funciona. Lo mismo de la solución de que uno es el nombre "civil" y otro el de trono, porque realmente en la parte dentral de la genealogía monárquica Mateo y Lucas optan por líneas genealógicas distintas, las dos davídicas, Mateo a través de Salomón, y Lucas a través de Natán, como ya he comentado. La misma clase de solución desesperada es "Elí Jacob".
Realmente no tenemos ni la menor idea del nombre real de los abuelos de Jesús, ni las genealogías nos pueden orientar al respecto.
Uf, quedó un escrito infinito, como siempre, y con toda la sensación de no haber logrado responderte...
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
Maite (83.47.181.---) - 30-jun-2018, 11:32:50
Abel (79.109.147.---) - 02-jul-2018, 17:37:06