Mis hermanas y hermanos en Cristo:
Cualquiera que haya leído la vida de san Damián de Molokai tendrá un comprensión más profunda de la terrible situación de los leprosos en la sociedad. Incluso hoy en día, que hay medicamentos para tratar la enfermedad, en muchos países sigue siendo un motivo de exclusión social. Madre Mariana Cope, que también trabajó con los leprosos en Molokai, será canonizada este año.
Puesto que en el pasado algunas enfermedades no se comprendían en absoluto, se hacía necesario encontrar formas de detener su propagación. Esa es la intención de la primera lectura de hoy, que va de la mano con el Evangelio.
El reto en la mayoría de los países hoy no es la lepra física tal como la encontramos en las Escrituras, sino todo tipo de lepra moral. Hoy en día gran parte de nuestra cultura ni siquiera entiende que está enferma. La falta de valores morales es tan generalizada que incluso parece normal. Mientras que tener valores morales es lo que parece anormal.
Sin embargo, incluso en nuestra época, algunas personas reconocen que sus formas de vida les han hecho daño y entonces pueden comenzar a recuperarse de esa falta de moralidad, esa falta de cualquier sistema de valores que no sean el placer, el poder y el dinero.
La segunda lectura. de la primera carta a los corintios, nos dice: todo lo que hagáis, hacedlo para gloria de Dios. Ese es el claro y directo antídoto contra la enfermedad moral de nuestra época.
Si nos fijamos en las enfermedades físicas de nuestro tiempo, son muy pocas los que nos causan el miedo y el malestar que causaba la lepra en las Escrituras judías o en las Escrituras Cristianas. El virus del SIDA es una de las enfermedades que causan miedo y angustia, pero sobre todo en los países pobres. En Estados Unidos, por ejemplo, existe en la actualidad un tratamiento adecuado para este virus, de modo que parece que nadie le teme más -o por lo menos el miedo no es muy grande. En muchos países pobres, sin embargo, el HIV tiene efectos muy similares al de la lepra en el Antiguo y el Nuevo Testamento.
Un hombre de mediana edad contaba que había visitado su aldea natal después de diez años de ausencia, y se encontró con que todos los de su edad habían muerto: la mayor parte de la gente entre 20 y 60 años había muerto, y los que habían llegado a viejos, cuidaban sus nietos o bisnietos porque los demás habían muerto. Fue para este hombre un shock enorme.
Tú y yo estamos invitados hoy por las lecturas de la Escritura a amar a los demás, incluso si son leprosos o marginados. En el tipo de vida que llevemos, podemos invitar también a otros a comenzar a amar y servir a los marginados. No se trata de estar hablando de valores morales o condenando las acciones que dañan sus vidas, y a menudo las de otros. De lo que se trata es de amar a esa gente y servirla, y de vivir nosotros los valores del evangelio.
Que este día traiga a cada uno de nosotros el permanecer al lado de nuestro Señor en el amor y en la acción. Que nunca tengamos miedo de servir a los demás, no importa lo mala que la otra persona pueda parecer, o no importa la falta de valores morales en la otra persona. Jesús simplemente nos dice: ama a tu enemigo!
El Abad Felipe, OSB, de la abadía norteamericana de Cristo en el Desierto realiza un hermoso apostolado por email: envía a los suscriptores cada semana una breve homilía que, con sencillas pero muy profundas palabras, nos acercan las lecturas de cada domingo. En ETF traducimos esas homilías para acompañar la página de lecturas bíblicas. Quien lo desee puede suscribirse gratuitamente al servicio en la página del monasterio.
Hola Abad Felipe, OSB me gustan tu reflexiones son muy bonitas porque nos interpretas y actualizas muy Bien las lecturas hoy del Domingo VI T.O., ciclo B: Lv 13, 1-2.44-46; 1Co 10,31-11,1; Mc 1,40-45 que bien dices Tu y yo estamos invitados hoy a amar a los demás, o sea a los que nos rodean marginados o no y difundir el reino de Dios el reino consistente en el amor sin condenar sus acciones que dañan sus vidas y dejan sequelas a quien los oye y escucha. Tal como dices de lo que se trata es de amar a esa gente y servirla Dios danos fuerza y poder seguir haciendolo dar amor y servir aunque nos hagan daño y de vivir de acuerdo a los valores del evangelio.
Asi es que no tengais miedo ni te opaques ni te asustes hay que permanecer al lado de nuestro Señor en el amor y en la acción .Nada te turbe Nada te espante, Dios no se muda . Dios te Bendiga Abad Felipe, OSB