La patria valenciana s´ampara baix ton mant
¡Oh, Verge Sobirana de terres de Llevant!
La terra llevantina reviu en ta Capella
al fer-vos homenaje de pur y ver amor.
Puix sou la nostra Reina y vostra Image bella
pareix qu´está voltada de magic resplandor.
La rosa perfumada, la mística asutsena,
lo seu verger formaren als peus de ton altar.
I fervorós en elles lo valenciá t´ofrena.
La devoció més santa que s´puga profesar.
En terres valencianes, la fe per Vos no mor
i vostra Image Santa portem sempre en lo cor.
Salve, Reina del cel i la terra;
Salve, Verge dels Desamparats;
Salve, sempre adorada Patrona;
Salve, Mare del bons valenciáns.
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La imagen de la «Mare de Déu dels Ignoscents, Màrtirs i Desamparats» (Madre de Dios de los inocentes, mártires y desamparados) que era como se llamaba originalmente, fue esculpida en 1416 con una forma muy particular en la espalda, semejante a una joroba y que explica el sobrenombre popular de «La Geperudeta» (ya que la imagen, que se talló con el dorso plano para aligerar el peso de la misma, estaba destinada a ir tumbada durante las procesiones mortuorias, sobre el féretro de los enfermos mentales, ajusticiados, ahogados y desamparados, indicando con ello la protección que había dispensado a sus almas como abogada e intercesora).Por eso, cuando se expone erguida, inclina su cabeza hacia delante mirando con sus ojos llenos de misericordia a los fieles que se acercan a ella para rogar por sus desgracias o necesidades.
Las imágenes religiosas son expresiones del "espíritu" que informa la fe y la vida creyente de las personas y de los pueblos; y al mismo tiempo, son una ayuda para la comprensión y contemplación de los contenidos de la fe que representan.
De un modo especial, no se pueden entender la advocación y la plasmación de la Imagen Nuestra Señora de los Desamparados sin conocer el espíritu que animó a la Cofradía desde sus inicios en Valencia. Que no fueron otros que la fe, la devoción a la Virgen María y la orientación religioso-asistencial de los cofrades de la misma.
Un poco de historia
La Virgen de los Desamparados, no es una Virgen que apareciera milagrosamente, es una Virgen creada por el pueblo y para el pueblo. Y las circunstancias y la devoción que el pueblo Valenciano ha demostrado en ella desde el siglo XV, es lo que ha hecho que se le otorguen todos los Títulos y Privilegios Reales que hoy ostenta.
Según se desprende de los documentos históricos que aparecen en los archivos de la Real Cofradía de Nuestra Patrona María Santísima de los Desamparados, y en los documentos del Santo Hospital General (ahora Provincial), documentan que: el 24 de febrero del año 1409, primer domingo de cuaresma, el venerable P. Fr. Jofré Gilabert, religioso de la Real Orden de Nuestra Señora de la Merced, compañero inseparable de San Vicente Ferrer, cuando se dirigía a predicar a la Catedral, vio con mucho sentimiento como un grupo de muchachos se divertían apaleando, insultando y persiguiendo para hacerle burla a un pobre demente, y tras separar a los muchachos y amparar al demente, se dirigió a la Catedral a dar su sermón.
Esto fue causa por la que el P. Jofré ese mismo domingo exhortase a los habitantes de la ciudad a que mirasen con más compasión a aquellos pobres infelices que, por efecto de tener trastornada su razón, se encontraban abandonados de todos. Consiguió llamar la atención a sus feligreses, y sus palabras no cayeron en el vacío. Entre los presentes se encontraba un mercader, llamado Lorenzo Salom, ilustre ciudadano junto a unos nueve amigos suyos, que hicieron voto jurado de obligarse a trabajar gratuitamente al servicio y cuidado de los pobres dementes que vagaban por las calles de la ciudad, y fundar un asilo donde poder recogerlos y cuidarlos como correspondía. El P. Jofré aprovechando la visita del Rey de Aragón y de Valencia, Martin I el Humano, a la Ciudad de Morella, se presentó ante él y le presentó la propuesta, concediéndoles, el 27 de Agosto de 1409, el Real privilegio que solicitaron y que acordaba que a la atención humanista dispensada a los allí acogidos, se le proporcionaría asistencia médica, lo cual significaba, que cultural y científicamente, se realizaba la fundación del primer hospital psiquiátrico del mundo. La institución recibió el nombre de Hospital dels Inocents, Ignorants, Folls e Orats, que según la moderna Psiquiatría corresponde a Oligofrénicos, Psicóticos y Dementes.
El 26 de febrero de 1410, el Papa Benedicto XIII, respaldó el privilegio Real otorgado por el Rey y concedió el beneplácito Papal para la fundación del hospital y dio por titulares a los Santos Inocentes Mártires. Expidiendo además una Bula para que pudiesen construir una capilla y un cementerio en el hospital.
El 11 de marzo de 1413 el hospital dels Inocents, Ignorants, Folls, e Orats, celebró la festividad de San Matías, y el Sacerdote que pronunció el Sermón, D. Juan Rodella, dedicó íntegramente el Sermón a la conveniencia de crear una cofradía que ayudara al mantenimiento de dicho hospital. El fundador del hospital y presidente de la Junta de Gobierno del mismo, D. Lorenzo Salom, redactara los estatutos del mismo (els Capitols), y un año más tarde, el 20 de junio de 1414 Lorenzo Salom salió de viaje a Morella, para presentárselos al Papa Benedicto XIII, y al Rey Fernando I de Antequera. Siendo estos documentos firmados y sellados por ambos y el Rey otorgó el 29 de junio el Privilegio de Real a la cofradía del hospital, denominándolo Hospital de Nuestra Señora Santa María de los Inocentes. Quedando de esta forma fundada la Real Cofradía de Nostra Dona Santa María dels Inocents.
Esta Real cofradía además de amparar, ayudar y servir a los dementes, daba ayuda médica, enterraba a los cadáveres de los ajusticiados y de los desconocidos dándoles cristiana sepultura, daba cobijo y alimentos a los desconocidos, ayudaba a las doncellas pobres y protegía a las prostitutas así como a peregrinos, pobres y vagabundos.
Fundado ya el hospital y establecida la Cofradía, los cofrades quisieron que estuviese bajo el amparo de la Virgen María, consultando esto con el P. Jofré, quien se presentó ante el Rey Fernando I de Aragón y de Valencia, transmitiéndole dicho pensamiento y el 15 de marzo de 1414 el Rey Fernando I de Aragón y Valencia concediera el Privilegio Real para mandar labrar una imagen de la Santísima Virgen María con la representación de los Santos Inocentes Mártires, y en esa misma fecha el Papa Benedicto XIII redactó el beneplácito Papal para poder labrar dicha imagen. Tras el regreso a Valencia el P. Jofré en todos sus sermones invita a los artesanos del Reino Valenciano a la necesidad de crear una Imagen de la Virgen para la Real Cofradía.
Un día del año 1414 llegaron a esta ciudad de Valencia cuatro jóvenes peregrinos, que fueron a hospedarse a la casa de la cofradía que tenía destinada para este fin. Durante su conversación con los cuatro peregrinos allí recogidos, manifestaron éstos que eran escultores y se ofrecieron para hacer la imagen de la Virgen de manera que llenase los deseos de la Cofradía, ofreciendo concluirla en el corto término de tres días, siempre que les facilitasen un sitio apartado para trabajar, con la condición que no fuese nadie durante este tiempo a interrumpirlos. El hermano cofrade trasladó esta conversación al P. Jofré, y admitida la oferta de los artistas, los colocaron en la Ermita propia de la Cofradía, y llevándoles todos los materiales que necesitaban para la obra y la suficiente comida para los tres días, se despidieron de ellos. El cuarto día, como no se oía ruido dentro de la Ermita, ni tampoco se sabía nada de los peregrinos, el hermano que cuidaba del santo hospicio instó para que llamasen al P. Jofré, el cual con otros hermanos, forzaron la puerta y encontraron solamente la hermosísima imagen de la Virgen María. Todo esto les hizo mirar a la imagen como una obra milagrosa, y calificaron de Ángeles a los escultores peregrinos que el destino de la Divina Providencia les había enviado para que esculpieran una imagen de la sagrada Virgen que enriqueciera a esta ciudad, esculpiendo una imagen que fuese perfecta copia del divino original.
El Rey Alfonso V de Aragón y III de Valencia, apodado el Magnánimo, el día 5 de octubre de 1416 a la Santísima Virgen María le concede el Titulo Real de Nuestra Sra. De los Desamparados, como el más propósito y análogo a las obras piadosas de esta Cofradía, concediendo el Rey el Título que tomó para sí y sus sucesores el de Protector de la Cofradía y la protección, el amparo y la obediencia de la Santísima Virgen, otorgando también la Licencia para que por todo el Reino de Valencia pudiesen pedir limosna y esta sirviera para realizar mejoras en el hospital, en la Cofradía y en la casa de hospicio. El Papa Benedicto XIII, este mismo año redactó el beneplácito Papal y concedió Bulas para la recogida de limosna.
Desde 1417 existe documentación que notifica la existencia de la imagen de la Virgen María perteneciente a la Real Cofradía que acompaña a los difuntos, colocada sobres los cuerpos de los difuntos, para darles cristiana sepultura y a los reos de muerte hasta el cadalso.
En el año 1493 el Rey Fernando II el Católico revalida todos los Privilegios Reales de la Santísima Virgen de los Desamparados y le otorga el Privilegio Real de que a partir de ese momento sea instituida e intitulada Perpetua como "Nostra Dòna dels Desamparats" (Nuestra Señora de los Desamparados).
El dos de mayo de 1589 ante el Notario del Reino de Valencia, D. Jaime Esteban, el Cabildo o órgano ejecutivo de la Santa Iglesia Catedral de Valencia, realizó la donación al clavario, mayorales y cofrades de dicha Real Cofradía de una capilla la cual se hallaba en el muro de la citada Catedral, a espaldas de las capillas de San Antonio Abad y Sta. Catalina mártir, y sitio hoy día bajo el arco que une a la Real Capilla de la Virgen hoy existente.
Transcurrido algún tiempo, y visto que este lugar no correspondía al rango que poseía la Sagrada Virgen de los Desamparados ni a la devoción del pueblo valenciano, el Virrey de la Ciudad D. Federico de Coloma, se reunió con los cofrades de la Real Cofradía trasmitiéndoles la idea de labrar una Capilla propia donde se tributase culto a la Sagrada Virgen y que esta citada Capilla estuviera a la altura de la Sagrada Virgen, y que él correría con los gastos de la creación de la citada Capilla. Obteniendo la aprobación de los cofrades de la Real Cofradía, el día 15 de junio de 1652 se puso la primera piedra de la Basílica de Nuestra Señora de los Santos Inocentes, Mártires y Desamparados, esta obra duró 15 años finalizando en 1667, su coste superó los 50.000 escudos reales, y esta obra fue dirigida por el arquitecto Diego Martínez Ponce de Urrana. Una vez finalizada la obra, ese mismo año el Rey Carlos II otorgó el Título Real a la Basílica, pasando a ser nombrada Real Basílica de Nuestra Señora de los Santos Inocentes, Mártires y Desamparados.
El 18 de marzo del citado año se reunieron los jurados de la Ciudad y del Reino, el excelentísimo e Ilustrísimo Sr. Arzobispo y Cabildo eclesiástico junto con los principales ciudadanos que aclamaron por Patrona de la Ciudad de Valencia a la Virgen de los Desamparados, siendo trasladada a hombros de la multitud a su nuevo templo, estableciéndose para lo sucesivo que, el segundo domingo de Mayo, coincidiendo que la Iglesia de Valencia reza el Oficio propio concedido por la Sede Apostólica a la Santa Imagen, fuese conducida en procesión general por las calles de la ciudad.
En el mes de Diciembre de 1706 el ArchiDuque Carlos Rey de España y de Valencia en la Real Basílica de Nuestra Señora de los Santos Inocentes, Mártires y Desamparados junto con los tres estamentos juraron defender a la Virgen de los Desamparados y a su Real Basílica.
Tras finalizar la guerra de independencia Española en 1814 Fernando VII Rey de España y de Valencia, en reconocimiento al bravo levantamiento que tuvo la Ciudad de Valencia y su Reino y a la valentía de los valencianos, siendo esta la primera Ciudad de España que se levantó contra Napoleón, otorga el Título Real de Generalísima Perpetua de todos los ejércitos de España a Nuestra Señora de los Santos Inocentes, Mártires y Desamparados.
El día 21 de Abril del año 1885, Su Santidad el Papa León XIII concedió una bula pontificia por la que nombra Patrona de Valencia y madre de todos los valencianos a la excelsa Virgen de los Desamparados. (Pero, a pesar de ser la patrona de la Ciudad de Valencia, la imagen no había sido coronada canónicamente).
El 15 de octubre de 1921 Su Santidad el Papa Benedicto XV concedió el privilegio para la Coronación de la Virgen de los Desamparados como Reina perpetua del Reino Valenciano. Y el 12 de mayo de 1923, tuvo lugar la ceremonia de Coronación de la Virgen en el puente del Real. Acudieron al acto el Rey Alfonso XIII y su esposa. Mientras se coronaba, sonaron las 21 salvas de honor Real, y la Reina Victoria Eugenia le hizo entrega de la Vara de Reina. Para esta ocasión se creó el Himno de la Coronación de la Mare de Deu dels Desamparats.
Himne de la Coronació de la Mare de Deu | Himno de la Coronación de la Madre de Dios |
La Patria Valenciana La terra llevantina reviu en ta Capella La rosa perfumada, la mística assussena, En terres valencianes Salve, Reina del cel i la terra. |
La patria valenciana La tierra levantina revive en tu capilla La rosa perfumada, la mística azucena, En tierras valencianas Salve, Reina del cielo y la tierra |
El 8 de mayo de 1954 el Ayuntamiento de Valencia otorga el título de Alcaldesa Honoraria Perpetua de Valencia a la Santísima Virgen María de los Inocentes, Mártires y Desamparados.
Tras la necesidad de crear un coro de voces blancas que acompañaran, y veneraran a la Patrona del Reino Valenciano, el 7 de diciembre de 1958 nace la Escolanía de Nuestra Señora de los Desamparados, creada por el entonces Exmo Sr. Arzobispo de Valencia, D. Marcelino Olaechea, y siendo director-fundador el rvdo. D. José Estellés, estos escolanes reciben el Título de Infantes (Infants), al representar espiritualmente el ser hijos de la Virgen y sus voces suenan diariamente a las 13 horas, en la Real Basílica.
En la Basílica de la Virgen podemos encontrar, en la puerta que se encuentra frente al altar Mayor, por donde se puede admirar siempre a la Santísima Virgen gracias a sus dos ventanas, ocho relieves metálicos que narran al detalle la historia de la Virgen de los Desamparados que fueron donados por el escultor Octavio Vicent, con diferentes escenas.
Hoy en día, no solamente en Valencia y en su Reino es donde se halla extendida la devoción de Nuestra Señora de los Desamparados, sino en todas las ciudades de España, y en gran parte del mundo. Por lo que cuando llega un peregrino o visitante a la Ciudad de Valencia, lo primero que le llama su atención es la devoción del pueblo valenciano a la Virgen de los Desamparados.
Algunos apuntes sobre la talla: La Virgen de los Desamparados lleva en su brazo izquierdo al niño Jesús abrazado a la Cruz; mostrándose con ello sensible a los sufrimientos de Jesús. Ella unida a Cristo por la humildad, el sufrimiento y las lágrimas en el Calvario, se constituye en Reina de los Mártires y se convierte en la consoladora de los afligidos, en el cobijo para los desvalidos.
Las azucenas y la rosa que lleva en la mano derecha son símbolo de su Purísima Concepción. María es la "llena de gracia".
Entre los pliegues de su talla y bajo su manto están los Santos niños Inocentes, muertos por el Rey Herodes por causa de Nuestro Señor Jesucristo, como signo de protección sobre aquellos que sufren desde su inocencia: los enfermos mentales, los niños abandonados, los ultrajados y los que están en desamparo.
Por Francisco José Simón López,
con información de loregnevalencia.blogspot.com, lasprovincias.es y basilicadesamparados.org
La última foto es un detalle de uno de los relieves, del escultor Octavio Vicent, situado en la puerta de la Real Basílica de la Virgen de los Desamparados, en el que se ve a la Virgen sobre un difunto. [Imagen de: José Luis Filpo Cabaña, bajo el título: Escultura en bronce de Octavio Vicent. Puerta principal de la Real Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados (Valencia). Y con licencia de Creative Commons Atributión 3.0 Unported]