Madre nuestra
que desde Czestochowa has querido venir a compartir nuestra vida,
compréndenos amorosamente con tu sensibilidad de madre
y haz que podamos agradarte
consiguiendo así ser mejores cada dia,
para alegría de tu Hijo Jesucristo.
Te pedimos, Oh! Señora, que protejas y bendigas
nuestros hogares y amigos los que a partir de ahora
ponemos en tus brazos y al abrigo de tu divino manto.
Dios te salve, María [...]
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También conocida como Nuestra Señora de Czestochowa, la historia del cuadro de Jasna Góra viene transmitida según dos versiones: una tradicional que tiene sus orígenes por una parte en la leyenda y por otra parte tiene sus fundamentos históricos que han sido reconstruidos por los críticos de arte interesados por la genealogia de esta extraordinaria Imagen.
Según la versión de la tradición, el cuadro fue pintado por el evangelista Lucas sobre la mesa de la Sagrada Familia. San Lucas habría pintado dos imágenes de María: una de ellas llegó a Italia y fue conservada en Florencia, donde todavía hoy es venerada; la otra fue trasladada de Jerusalén a Constantinopla por el emperador Constantino y colocada en una Iglesia.
Seis siglos más tarde, el príncipe ruso Lev obtiene del emperador el cuadro como reconocimiento de sus méritos militares. Durante las guerras en Ruselel, el princípe Wladislao de Opole encontró el cuadro en el castillo de Belz. Allí este icono era venerado como milagroso. Después de la victoria sobre los tártaros el príncipe trajo consigo el cuadro a Czestochowa y confió su custodia a los monjes Paulinos. Estas noticias nos han llegado a través de un manuscrito, el más antiguo que conocemos y nos habla de ello, llamado "Translacio tabulae". Una copia de este manuscrito del año 1474 se conserva en el archivo de Jasna Góra. Según los críticos de arte el cuadro de Jasna Góra en su origen sería un icono bizantino del tipo "Odigitria", datado entre los siglos VI y IX.
La fama siempre creciente de la imagen milagrosa de la Madre de Dios hizo que en poco tiempo el monasterio se convirtiera en meta de continuos peregrinajes y que comenzara a recoger numerosísimos y preciosos exvotos. El valor de tales dones enciende por desgracia la codicia: el 14 de abril de 1430 (día de Pascua), una banda de ladrones, procedentes de Bohemia, de Moravia, y de Silesia, asaltaron el monasterio. Entrando en la capilla de la Madre de Dios los ladrones quitaron del altar la imagen de la Virgen, empobreciéndola de todos los objetos valiosos y estropeando su rostro con las espadas. Seguidamente echaron el cuadro al suelo, rompiéndose en tres partes según la narración de Piotr Risius, contenido en la obra "Historia Pulchra" (1523).
El cuadro se restauró en Cracovia en la corte del rey Wladislao Jagiello. Los restauradores intentaron respetuosamente extender los colores sobre la tabla, pero estos desaparecían. Hoy se sabe que la dificultad de restaurar un icono antiguo estaba en la aplicación de colores al temple sobre una imagen encáustica. Después de fracasar en la operación de restauración, los restauradores rascaron totalmente la imagen antigua y pintaron una nueva sobre la tabla milagrosa. En los signos del rostro de la Virgen pasaron el punzón para recordar la barbarie. Después de la profanación y de la restauración la fama del santuario creció enormemente y aumentaron las peregrinaciones hasta tal punto que la iglesia gótica primitiva fue insuficiente para acoger el número de fieles. Por este motivo, ya en los años 60 del siglo XV, junto a la Capilla de la Virgen, se comenzó la construcción de una iglesia gótica de tres amplias naves.
[extracto de la historia de la imagen tal como se narra en el web del santuario; más detalles en: sitio web del Santuario