Dios te salve María,
llena eres de gracia
El Señor es contigo,
bendita tu eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
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En la Historia de las Misiones de Guinea Ecuatorial, se cuenta que los primeros Misioneros españoles claretianos que llegaron a nuestro País para evangelizar a los indígenas, al encontrarse concretamente en la actual isla de Bioko, preguntaron antes de bautizar a los naturales de la isla, llamados bubis, qué era lo que ellos pensaban sobre este mundo, sobre su origen. Los Bubis contestaron que para ellos, el mundo ha sido creado por un Ser Superior e Invisible, a quien llamaban Rup-pé; pero que en la creación veían manifestarse manos de mujer: flores bonitas hasta en los bosques y, sobre todo, fecundidad en las plantas. Las cosas nacen, los árboles producen frutos, etc. Ello les hacía pensar que Dios creador del mundo, sin tener mujer, se trajo una mujer especial... ella, sin marido (Virgen), traía lo propio de mujer, un hijo: “ata baró, e rebbe”. Y que es la que ha dejado la fecundidad en las plantas. Y esa mujer era de larga cabellera (bisil-la). De ahí le viene su nombre: “Mujer con cabellera larga”.
Los misioneros a los indígenas como grandes ignorantes en las cuestiones bíblicas, ya que precisamente fue Dios mismo quien al crear el mundo dijo -el tercer dia- “produzca la tierra plantas que den semilla y árboles frutales que den frutos” (Gn 1,11), extrañados de esa mentalidad de los nativos y sobre todo lo de la Bisila, “mujer virgen y madre, con un hijo y sin marido”, se contentaron con hacer constar en sus primeros escritos, la información que habían recibido.
Mucho tiempo después este pensamiento teológico y mariano sorprendió a nuestro primer Arzobispo, Monseñor Rafael María NZE ABUY, Doctor en Teología Mariana (Mariología); le sorprendió que un pueblo primitivo, sin ninguna catequesis bíblica antecedente, ni remota ni próxima, hablase de una mujer “virgen y madre al mismo tiempo”, sin concurso de varón y con un hijo. No atreviéndose a contradecir, ni enfrentarse de inmediato con la tradición de su pueblo, como Pastor informó a Roma repetidamente, pidiendo al Papa que juzgara si correspondía elevar a los altares a Nuestra Señora de Bisila, con el fin de que el pueblo viviese más ardientemente en su fe, fundada en su propia cultura tradicional.
Juan Pablo II, juzgando que “ello puede incrementar la fe y devocion de la comunidad cristiana”, contestó el 26 de mayo de 1986 con la Bula Continenter Magma, proclamándola Patrona y Reina de la Archidiósesis de Malabo.
La entronización fue el 15 de Agosto de 1987, siendo Arzobispo Monseñor Rafael María NZE, uno de los protagonistas activos en la consecución de este evento único hasta esa fecha en todo el continente africano.
El escultor español, Modesto Gene, d.e.p., que fue profesor en Malabo y Bata, solicitado por el activisimo misionero claretiano Amador Martín del Molino, profesor hoy en universidades latinoamericanas, fue quien erigió la imagen de Bisila que sé encuentra en el pico de Basilé y está actualmente entre fuertes cristales, para protegerla de las inclemencias de los vientos, soles, lluvias, tornados, que la habían desfigurado muchísimo.
¡Oh, Madre Bisila, Celestial Patrona de la Archidiósesis de Malabo! Intercede por el pueblo de Guinea Ecuatorial.