Llamado a la conversión pastoral
REFLEXIONES EN FRONTERA, jesuita Guillermo Ortiz
2015-06-02 Radio Vaticana
La beatificación de Mons. Romero no es una cosa más del pontificado de Francisco. Entiendo que Mons. Romero encarna lo que el Papa concibe como Pastor y como agente pastoral de una “Iglesia en salida”.
Aunque la beatificación implica el culto de veneración en la diócesis, gracias a la globalización y simultaneidad de la comunicación, este obispo mártir es, desde hace tiempo y ahora mucho más, modelo universal de obispo. Es modelo universal de sacerdote, en el marco de lo que la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano plantea en el concepto de “conversión pastoral”. Un concepto clave de Aparecida, donde Bergoglio fue protagonista y que como Papa instaló ahora en la Iglesia Universal, expresamente con Evangelli Gaudium. El magisterio de gestos y palabras de Francisco apunta decididamente a la “conversión pastoral” de obispos y discípulos-misioneros, con el testimonio personal radical de Francisco, que en el caso de Romero llega al martirio, al sacrificio cruento, como el mismo Jesús de Nazaret.
Tanto Romero como Francisco nos dicen con gestos y palabras que hay que salir de sí para servir al Pueblo sufriente como el Buen Pastor del Evangelio; que hay que llegarse hasta llagarse en el encuentro con el otro, ofreciendo el cuerpo, el alma, la vida. Solo así se puede vivir la alegría del evangelio.
Pienso que una de las cosas que cuesta entender, es esta radicalidad de la propuesta de Francisco Papa, pero -como el mismo llamado de Jesús a la conversión, a su seguimiento- se trata de una invitación hecha con el ejemplo extremo. Cada uno de nosotros tiene que discernir qué es lo que me pide Jesús hoy a mí frente al sufrimiento de su Pueblo.
De cualquier modo, el martirio de Romero y el testimonio de Francisco de identidad, pertenencia y compromiso con el Pueblo de Dios, es todo lo contrario al silencio cómplice de aquellos obispos y sacerdotes que por comodidad, por mundanidad o miedo, no vivimos plenamente la vocación. No quiere decir que Romero no tuvo miedo, pero venció el miedo con la fe, con la confianza en Dios, con la obediencia amorosa a la misión recibida. Francisco en el mensaje por la beatificación de Romero dice: “damos gracias a Dios porque Dios le concedió al Obispo mártir la gracia de ver y oír el sufrimiento de su Pueblo…”.
Por aquí pasa este misterio tremendo y fascinante de lo que llaman “la pasión de Dios por el hombre”; por aquí pasa “la conversión pastoral” por la que Francisco reza y trabaja. Y que resulta para todos una invitación porque Dios es misericordioso y no se cansa de perdonar.
(from Vatican Radio)
Lindo artículo, Maite. Pienso que la beatificación de Mons. Romero era una gran deuda pendiente, porque de manera inequívoca murió mártir de la fe, incluso en el gesto con el que Dios quiso glorificarlo, al permitir que lo asesinaran mientras celebraba misa.
Hubo mucho miedo a que su beatificación representara una reivindicación política, pero acaso, si vamos a otras épocas, desde el inicio d enuestra fe, el martirio no estuvo revestido siempre de un significado también político? lo que pasa es que como a nosotros el emperador de Roma como figura política ya no nos va ni nos viene, nos parece que los mártires iniciales lo era "solo" de la fe, pero cuando ellos se negaban a jurar en el ejército "por los Dioses de Roma", por ejemplo, estaban haciendo un acto de fe, pero que podía ser entendido y hasta manipulado políticamente; sin embargo eso no nos impide a nosotrops, gente de fe, saber traspasar eso y ver el fondo del martirio.
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)
Monseñor Romero, es de esos santos, de cuya existencia no podemos dudar, los hemos conocido cuando vivían entre nosotros, naturalmente yo, no lo conocí en persona, pero si como personaje vivo, recuerdo el día de su martirio, como si fuera hoy, mi vecina bajo las escaleras corriendo, y, se abrazo llorando a mi madre, para decirle, que un obispo había sido asesinado mientras decía Misa, la pobre mujer estaba angustiada, y, escandalizada
Con mi madre, y, su hermana, fuimos al funeral que por su descanso se celebro en los jesuitas de La Coruña
Pronto sería alguien del que se hablaría, más tarde en el grupo de ecumenismo, y, ya mucho más tarde en los sitios de Internet
Su figura se hizo polémica, o, la hicieron, que si había muerto, por esto, o, por lo otro, se dijo incluso que no se le beatificaba, para que su figura no fuera manipulada, como si eso se pudiera evitar, si llevamos 20 siglos manipulando la figura de Cristo, además, nunca entendí, porque ese retraso, yo entendía que se dijera que no era mártir, si no una víctima, que no era “canonizable”; pero la prudencia, nunca, el riesgo de las manipulaciones menos, porque por otro lado, se beatifico en poco tiempo, al Padre Popieluzkco, el nombre esta mal escrito, pero es que no sé polaco; este sacerdote, fue arrojado, al río, creo que al Vistula, por defender el sindicato Solidarnozx, Solidaridad, teniendo en cuenta, que un sindicato, no es una cofradía de La Virgen del Carmen, pues si estaba este cura metido en política, y, hacía muy bien, que narices, pero claro si es no sólo licito, si no justo, y, exigible por el Evangelio, meterse en política apoyar a los débiles, y, defender la verdad, aunque sea defendiendo a un sindicato, cuando este sindicato esta formado por católicos, y, el Estado tiránico, es ateo y comunista, y, nadie pensó que se pudiera manipular al Padre Popieluzkco, del mismo modo, es oponerse a un Estado idolátrico, porque adora el dinero, y, masacra a los débiles, y, eso hizo Monseñor Romero, lo mismo que el Padre Popieluzkco, pero en distinta situación, asi que ambos tenían derecho a lo mismo, si se puede hablar de derechos
Y, es más, Monseñor murió mientras ofrecía a Dios Padre, el Sacrifico del Primer Mártir, del Mártir por Excelencia, Jesús, mientras ofrecía la Misa, el cura polaco, al menos en la película que dieron en la 13tv, se ve que desaparece, y, se da por hecho, que lo arrojaron al río, pero no se ve, se pudo caer, sería santo igual, que no estoy negando nada, sólo que esto demuestra que hasta en las cosas de La Iglesia, no todos se miden con el mismo baremo
Que ellos Beato Oscar Romero, y, San Popieluzkco, y, el Papa ya colega de ambos que, porque era además de Papa ser humano, alentó la beatificación de uno, y, retraso la del otro, San Juanpablo II, rueguen por nosotros, para que no manipulemos a ninguno
Un abrazo
Maite
“Así como el Cuerpo es Uno, así también todos somos Uno, porque todos comemos, del mismo Pan, que es el Cuerpo de Cristo, y, todos bebemos del mismo Cáliz que es su Sangre”
Muy cierto, Maite. La prudencia es una virtud, pero la pusilanimidad -que a veces se le parece- es un vicio, y muy contrario a la libertad de hablar que nos ofrece Cristo, pero que también nos exige en el Evangelio.
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«Busca a Dios, entonces hallarás a Dios y todo lo bueno.» (M. Eckhard)