Es apenas mencionada en los evangelios, como patria de José de Arimatea, propietario del santo sepulcro y uno de los que colaboró en el enterramiento de Jesús.
No se encuentra con este nombre en otras fuentes geográficas, y se la identifica normalmente con Ramatáyim-Sofim, mencionada en 1Sm 1,1 como patria del profeta Samuel, llamada también simplemente Ramá de Sofim (y que no debe confundirse con Ramá de Benjamín). Esta identificación no es unánime, ni tampoco lo es la localización Ramatáyim-Sofim, de la que se han propuesto varias coordenadas; presentamos en el mapa la más habitual.
Como en otros momentos de su evangelio, san Lucas usa la palabra "ciudad" (polis) genéricamente, para una localidad que posiblemente fuera apenas una aldea.