Traconítide era una región caracterizada por su terreno volcánico y accidentado, con muchas cuevas que servían de refugio para bandidos y nómadas. Su nombre proviene del griego "trajón", que significa "terreno áspero" o "pedregoso".
En tiempos de Jesús formaba parte del tetrarcado de Filipo, hijo de Herodes El grande. Aunque no era una región de gran importancia política o económica, era estratégica debido a su proximidad a rutas comerciales y a su difícil geografía, que dificultaba el control efectivo por parte de las autoridades. Lc 3,1 la menciona junto con Iturea al situar el contexto histórico del ministerio de Juan el Bautista y el inicio de la predicación de Jesús. La tetrarquía de Filipo abarcaba más regiones que Flavio Josefo menciona -Batanea, Gaulanítide, Auranítide, etc.-, aunque enumerándolas de maneras diversas (Ant. XVII, 11, 4; Ant. XVII, 8, 1).