Labán es un personaje narrativamente importante en el Génesis, a pesar de pertenecer sólo a una línea colateral de la rama principal que transporta la promesa (es decir, la de Abraham), ya que por un lado es quien lleva adelante las conversaciones en torno al matrimonio de Isaac con Rebeca, como hermano de ella, en Gn 24, y por el otro es el padre de Raquel y Lía, las esposas (y sobrinas segundas) de Jacob (1), y transcurren en su casa veinte años (cfr. Gn 31,41) de la vida de este patriarca (Gn 29-32).
La tradición más firme es que es hijo de Betuel, hijo de Najor (2), por tanto sobrino-nieto de Abraham y primo segundo de Jacob (1). Seguramente Betuel ya habría muerto para la época de Gn 24, ya que las conversaciones las conduce el hijo, como jefe de la casa, aunque en Gn 24,50 se nombra secundariamente a Betuel (los exégetas están de acuerdo que el nombre allí es un agregado redaccional).
Hay una tradición minoritaria que lo hace hijo de Najor (2), es decir, el que aparece normalmente como su abuelo, en ese caso sería sobrino directo de Abraham, primo de Isaac, y sus hijas, por tanto, primas segundas de Jacob (1). Esta tradición está representada por Gn 29,5, pero es muy posible que no contradiga a Gn 24, sino que simplemente esté utilizando la palabra "hijo" en un sentido amplio, más en el sentido de "del linaje de" que en el sentido literal de "hijo"; este fenómeno es muy usual en la Biblia, y topamos con él muchas veces (lo que complica a veces compaginar genealogías, donde un miembro aparece como padre, y luego como abuelo).