El nombre trascrito correctamente sería Eliyyahu, trascribo como es habitual en español, lo mismo que para otros nombres ya consagrados en nuestro idioma.
Imposible exagerar en la importancia que los hechos de Elías, y en general su figura, tienen para la fe bíblica, al punto de que aparecerá en parangón con Moisés en la Transfiguración del Señor.
Su regreso a nuestro mundo formaba parte de las expectativas escatológicas de Israel (ver Mal 3,23) en tiempos de Jesús, y e propio Jesús identificó a Juan (6) El bautista con él.